lunes, 11 de noviembre de 2013

MEMORIA DE COMPOSTELA. Clangor, Veintitrés Años Han Transcurrido Desde Ayer


CLANGOR, 
veintitrés años han transcurrido desde ayer

Entrevista a la ferrolana María Fidalgo Casares*, quien vivió y supo captar como pocos protagonistas el espíritu de la Movida Compostelana de la década de los ochenta de la que fue testigo directo, un fenómeno social único en Galicia, germen y referencia para el resto de las ciudades gallegas. De la noche a la mañana Santiago vivió un cambio de usos radical, de ciudad casi exclusivamente  universitaria durante los 80  a ser una ciudad comercial con la instalación de la TVG, la implantación de una gran masa de funcionarios de la Xunta de Galicia, y  la gran transformación en relación al relanzamiento del Camino con el programa “ Pelegrín”, cuyo éxito rotundo seguimos viendo hoy sus frutos.   

Pasadas las tres de la mañana del once de Octubre de 1990, en CLANGOR, en el Ponte da Rocha, Compostela despertaba de aquel sueño.

 1-. ¿Quién activó el detonador? 
 Bueno, es que según mi teoría basada en mis investigaciones sobre el tema  difiere  de la “versión oficial” que dio el País y los propios terroristas. En absoluto pienso que Clangor fuera uno de los objetivos del EGPGC (Exército Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe). Por lo que nadie activó el detonador que se activó solo con la vibración de una columna de sonido. Para mí sin lugar a dudas el objetivo era  otra discoteca de Noya, una localidad a 35 kilómetros de Santiago, cuyo propietario había sido relacionado hacía algunos meses por el alcalde del pueblo con supuestas actividades de narcotráfico . De hecho, llegaron a reivindicar la colocación de un artefacto en esa discoteca de Noia, algo que sería absurdo sin que  tuvieran pensado colocarlo Es más , tuve información confidencial  de que un miembro de la banda pudo entrevistarse personalmente con Fernando Pereira, después del atentado en el que juró y perjuró que su local no había sido el objetivo. Fue un descuido de unos chapuceros que  “ para hacer tiempo”  pararon a tomarse una copa en Clangor, sin pensar en las consecuencias.
 El EGPGC afirmaron que el artefacto debía estallar después de que los clientes abandonaran el local. Mienten por vergüenza. La bomba no tenía como destino Clangor. Una vez estallada la bomba, por no reconocer su ineptitud intentaron justificar que el local era un punto de narcotráfico, algo irrisorio. Era el local más importante de la década de los 80, que una vez terminada la movida- final que yo situo en Santiago en 1987-,  continua en pleno auge hasta el final de la década. Y si se consumían drogas allí…, pero no se consumía ni más ni menos que en otros locales nocturnos, era algo añadido a la noche compostelana. En cuanto al posible tráfico, los camellos de entonces hacían la ronda por las discotecas y pubs. Y en el caso de Clangor, no tenían ninguna vinculación con su propietario, una persona pudiente y muy formada intelectualmente completamente  ajena al mundo del narcotráfico.  Además Clangor era una mina de oro y su dueño se preocupaba de que tuviera un altísimo  nivel de calidad, tanto en los conciertos, como en las bebidas, la decoración, la música que traía del extranjero…  perfil que no casa con un empresario saltándose la legalidad  buscando a través del narcotráfico un rendimiento económico. Clangor era algo más.

 2. ¿Fue el resultado fue tan devastador como, 23 años después, hay quien discute?
Bueno, los terroristas Juan Ignacio Villar Regueiro  María Dolores Castro Lamas,  murieron ambos en la explosión, pero también  una estudiante  Mercedes Domínguez Rodríguez y 49 heridos, cinco de ellas graves, entre las que se encontraba la mujer del propio Pereira. Si eso no es devastador… Los que discuten su alcance son personas de la órbita nacionalista que quieren minimizar el horror que supuso.

3. ¿Hasta dónde pudo escucharse el ruido de la explosión?

Precisamente me recordaba Liz, una antigua camarera de Clangor que ese día no había trabajado allí, que en Romero Donallo y las cercanías de  Conxo se oyó la explosión perfectamente. Pero un sonido que recuerdan todos con nitidez es el de las ambulancias toda la noche que alguien me dijo: “dolían físicamente cuando pasaban” 
El objetivo creo que no se consiguió en absoluto porque explotó por accidente, aunque quisieran justificarlo a posteriori…. Tal vez al revés ya que hubo un gran rechazo al grupo que lo hizo y sus adláteres.

4. ¿Es posible que quedase colocada alguna otra bomba con temporizador que aún no explotó?
No creo que hoy pueda repetirse un hecho como aquel. Hoy también sería posible una bomba igual, sólo depende de la existencia de un desequilibrado que sea capaz de hacerlo. A eso estamos expuestos todos. Si te refieres a un acto terrorista como reivindicación política nacionalista, afortunadamente y crucemos los dedos, parece que no es posible que pase.

5 ¿Cuánto tiempo tardó en cicatrizar la ciudad? 
 Galicia no estaba familiarizada con el terrorismo y Santiago, quizás menos que las demás ciudades… por  las peculiares condiciones sociales que tenía,  y que la distinguían de las ciudades universitarias de toda España, en la que se disfrutaba de un carpe diem irrepetible. Todo el mundo que lo vivió lo recuerda como uno de los hechos más terribles de su existencia, pero hubo también una conciencia de pasar página y no recrearse en lo sucedido. A eso ayudaron mucho los medios de comunicación nacionales que  pese a su gravedad apenas incidieron en ello, tampoco las televisiones. Por ejemplo si lo comparamos con el “ Caso Asunta”, la dedicación mediática fue irrisoria.

6- ¿Apuntarías algo más sobre el tema?
 En lo que se refiere al fin de Clangor, dentro del período histórico conocido como “movida”, en mis trabajos de investigación creo que he demostrado la intensidad con la que se vivió en Santiago, muy por encima de Vigo, que es considerada la ciudad de la movida por excelencia. Es cierto que Vigo fue la cuna de la movida y la que más aportó musical y culturalmente, pero afectó a muy pocos y la mirada de los vigueses se dirigía a Madrid ( recuérdese el hermanamiento de las dos ciudades) . Santiago vivió la movida de una forma arrebatada y sobre todo, la exporto a toda Galicia… Y todo esto no podría entenderse sin Clangor, “ el templo de la movida” que fue mucho más que un local de copas. Aunque la movida muere en el 87,  en Clangor pervivía ese espíritu hasta su  trágico final que marca el broche sangriento de un período único e inolvidable. Me gustan mucho las palabras de  Miguel Caride, un colaborador, músico y abogado que me dijo que  el día del atentado fue“El día que murió nuestra generación y que nació el mito”.    

*María Fidalgo Casares es doctora en Historia del Arte


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