Paco Reyes, el Hamlet compostelano

Por Beatriz de Bonaval

Definir a Paco Reyes es, cuando menos difícil. Muchos de ustedes ni le conocerán…pero no se preocupen, no es grave. No es precisamente un líder de masas ni ha destacado en su gestión pública ni política. Tampoco se ha hecho famoso por sus ansias de trabajar y no será la primera ni la última vez que presente una moción copiada de otra ciudad (pero olvidando cambiar hasta el nombre de la misma) para alegría de la prensa que cubre los soporíferos plenos. La ciudadanía clama una moción de censura contra este desgobierno general que vive Compostela, pero sus ansias de ¨todo contra el PP.¨ y esa  misma onda nacional, hacen que él no esté a la altura. Y no sólo eso, sino que el alcalde se permite hasta chulearle públicamente con una cuestión de confianza si no le aprobaba los presupuestos. Por supuesto, Paco Reyes no le defraudó.  Eso sí, hace unos días se paseó con el mediático Abel Caballero mientras éste ponía a las Mareas a pan pedir. Vamos, que Paco ya no sabe si es o está, haciendo un homenaje a Hamlet.

Ese odio acérrimo del Sr. Reyes al Partido popular es difícil de entender porque, aunque él no contó en su surrealista vídeo de presentación como candidato, ni en su web, ocupó varios cargos en los gobiernos de Fraga. Su vinculación con la administración del Partido Popular no ha sido algo de lo que haya presumido mucho, y eso que se mantuvo ininterrumpida en el periodo 2001-2005 en calidad de asesor del Conselleiro Hernández Cochón, tras ser gerente de aquel foro iberoamericano para la salud que no se sabía muy bien para qué era.  Sobre  ese contrato el Consello de Contas elaboró un informe con anotaciones como «deficiencias significativas» en las bases de la convocatoria que «vulnerarían el citado principio de igualdad en la contratación pública». Casi nada.

 El caso es que una serie de carambolas y unos pisos patera pusieron a Paco Reyes al frente de un PSOE santiagués en las horas más bajas de su historia.  Podían haber apostado por la conocida y más o menos bien valorada Mercedes Rosón, pero el “lado oscuro¨ del partido no defraudó y la jugada de los votos sacados de la manga dieron la victoria a este hombre. En la oposición al gobierno del PP pasó más con pena que gloria. Y en la oposición-pacto contra el PP actual es tan grande la dicotomía que ya se hace oposición a sí mismo.  De hecho, no fue capaz ni de votarse como alcalde en el pleno constituyente y prefirió abstenerse. Quiero pensar que en las urnas sí se votó... pero ahí lo dejo.

Todo el mundo sabe que tiene los días contados, máxime tras la debacle electoral de las últimas elecciones locales. Varias son las personas tocadas por el partido para buscar repuesto a este hombre y suenan nombres de algún ex alcalde cercano a Santiago y algún otro ex de los momentos de oro del PSOE.  La secretaría del partido o los pisos patera decidirán quién.