Y a la foto nos remitimos. Se trata del bolso de Ana Pontón, y los señores figurantes son miembros de la antigua consultora Arthur Andersen, señores Martínez y Valero. Es difícil imaginar qué pueda guardar una mujer en él que cause tamaño desasosiego olfativo, ¿una tetilla? (un queso para los malpensados), ¿los calcetines con los que ha recorrido la campaña? ¿el recorte de periódico en que Quintana decía que dimitiría si bla, bla, bla y bla? O posiblemente las palabras del sempiterno Beirás reclamando una refundación del Bloque a la vista de la debacle electoral aún en carne viva.
Porque en este partido han alzado su voz los críticos, el ala más disconforme con la gestión actual que pide una vuelta a sus orígenes, que no es a Cromagnon sino al sistema asambleario en vez del personalísimo actual. Una cosa está clara, y es que el actual sistema no le ha funcionado a los nacionalistas, pero lo cierto es que el anterior, aquel a cuya vuelta ahora se aspira, tampoco trajo consigo buenos resultados en líneas generales. Son muchos los miembros del BNG que ya han probado las mieles del poder y parece un imposible que vuelvan a echarse al monte político abandonando esta orilla donde el aire es más puro y se respira mejor.
A más de vacas flacas, actualmente la cabeza del Bloque es perro flaco salpicado de pulgas y lanzarse a la crítica es, para muchos, oportunismo ramplón, pero…
Mientras seguiremos con la incógnita del bolso de Pontón, ese universo con encajes.
PD: Sí, la foto es de El País y no es actual, pero joder, viene que ni al pelo, ¿verdad?
Porque en este partido han alzado su voz los críticos, el ala más disconforme con la gestión actual que pide una vuelta a sus orígenes, que no es a Cromagnon sino al sistema asambleario en vez del personalísimo actual. Una cosa está clara, y es que el actual sistema no le ha funcionado a los nacionalistas, pero lo cierto es que el anterior, aquel a cuya vuelta ahora se aspira, tampoco trajo consigo buenos resultados en líneas generales. Son muchos los miembros del BNG que ya han probado las mieles del poder y parece un imposible que vuelvan a echarse al monte político abandonando esta orilla donde el aire es más puro y se respira mejor.
A más de vacas flacas, actualmente la cabeza del Bloque es perro flaco salpicado de pulgas y lanzarse a la crítica es, para muchos, oportunismo ramplón, pero…
Mientras seguiremos con la incógnita del bolso de Pontón, ese universo con encajes.
PD: Sí, la foto es de El País y no es actual, pero joder, viene que ni al pelo, ¿verdad?
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