Por Lupe Castiñeiras
Nadie está viviendo con mayor regocijo y cachondeo el
proceso de primarias socialistas en Santiago que los inquilinos de las sedes
populares y nacionalistas, quienes ven en la candidatura rosoniana una
inesperada arma secreta para revalidar la mayoría o avanzar decididamente en
intención de voto según los casos.
Derecha e izquierda ven en la apuesta ‘de culturetas y
postureos’ (sic) la explicación a la huida masiva de votantes de izquierda en general
y socialistas en particular, como así lo confirma hoy el sondeo que publica LaVoz de Galicia (ver), cuyos datos, más allá de titulares placebo, son tan
demoledores que alguien debiera decirle a los pretendientes que mejor se
dediquen a lo que saben hacer, a sus cositas y a darle gusto a sus amigos.
Será que la endogamia, vistos los resultados, cotiza a la
baja ya que el ochenta por ciento de los compostelanos pasan de Rosón y de
Reyes, dice la encuesta, casi un cincuenta ni se molesta en responder y casi
treinta por ciento no prefiere a ninguno, siendo especialmente llamativo que
esta proporción se mantiene cuando los encuestados son los propios votantes
socialistas.
Son precisamente los votantes peperos y de izquierda unida
quienes más entusiasmados se muestran con la posibilidad de ver a Mercedes luchando
por el cetro de Raxoi lo cual, desde una óptica electoral, tiene una lectura
clara y sencilla. Saben los conservadores que nadie mejor que ella es capaz de
espantar a la izquierda progresista atomizando ese voto y favoreciendo, con
semejante disgregación, sus cálculos en urna. Es decir, votar a cualquier cosa
de izquierda menos a los socialistas, lo
que supone ponerle en la bandeja electoral de D’Hondt el triunfa a un hasta
ahora agonizante partido popular.
Pero donde más claro se ve el posible descalabro es desde la
izquierda, sabedores sus votantes que la candidata representa todo aquello que
combaten, el clasismo, el amiguismo, lo que actualmente se denomina casta o esa
enigmática ‘puerta giratoria’ que todos en Santiago sitúan en la Universidad clientelar.
Así están las cosas, y las espadas en todo lo bajo. Deshechados los anteriores porcentajes, que
Mercedes aventaje en quince puntos a Reyes en las primarias es posiblemente la
primera buena noticia a la que puede agarrarse el actual gobierno municipal, y
una invitación a nacionalistas y otras fuerzas de izquierda para abrir los
brazos y recibir, sin necesidad de hacer campaña, el voto tradicionalmente progresista.
El tiempo lo dirá.
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