Todo final tiene su principio, y
esta comienza en las elecciones municipales de 2011 y el terremoto, político,
vivido en Santiago, una consternación que se resume en la frase atribuida en
las conversaciones telefónicas al responsable en Galicia de Vendex
“…Tenemos que empezar de cero…”
Y lo hicieron, y poco tardaron. No
resulta difícil imaginar a qué se refieren, pero las conversaciones grabadas,
las mismas que están siendo utilizadas para airear la corruptela los últimos
dos años en Santiago, no existen. Pero sí su eco.
Poco tardaron en ponerse las
pilas, contactos, agasallos, comidas, y en poco tiempo, que es lo que hace la
práctica, las aguas, como Aquagest, vuelven a sus cauces procedimentales
adecuados. La sucesión en la corrupción parecía estar garantizada, pero esa
novela hemos comenzado a leerla por la mitad…
Sin embargo, todo parecía
calderilla para quien llevaba tanto tiempo aguardando su minuto de oro en forma
de legislatura. Había más, una lotería con bote que de una vez, y puede que
sirviendo de precedente, inundara de billetes unas arcas vacías o a medio
llenar. Algo rápido, bonito y con suficiente fuelle para acallar voces si
saltara alguna alarma
“…todo esto va por el tema del pago del Espiño….” (fol. 223)
¿Espiño? Aquel proyecto de
vaivenes urbanísticos bloqueado por aquellas fechas por razones no del todo
clara, razones económicas que una inyección de moral monetaria podría volver a
echar a andar….si todos estaban de acuerdo en la idea y su reparto. ¿Todos?
“…además Bugallo sabe todo esto eh, sin problema (…) ya me he encargado
yo de que lo sepa, es que el PSOE también lo sabe…”
No se trata, como parece, de un
fleco más de la Pokémon, tiene virtualidad propia, un pastel al que todos
quieren hincar el diente, una merienda que pasaba por la pax municipal más allá
de las lógicas y previsibles protestas políticas que debían quedar en nada.
Pero lo que se prometía un
banquete pantagruélico, pronto se tornó amarga ayuna por causas ajenas, la
eliminación de la figura de Conde Roa a raíz de su imputación por delito
fiscal. Su salida y, sobre todo, su herencia política sacudieron a su entorno,
lo que se conoció como la guerra intestina en el Pp compostelano, pero que ha
puesto de manifiesto que cómo existe en Santiago un entramado de intereses
económicos, políticos y judiciales al servicio de una moinoría con el
beneplácito, debidamente comprado, del resto de intérpretes.
¿Quiénes son? ¿Qué pretenden?
¿Cómo actúan?
“….Va a haber un jaleo que va a ser extraordinario, pero vamos a
imputar a las tres (…) además voy a buscar el juzgado adecuado…”
(Continuará…)
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