Por Lupe Castiñeiras
Explicando a las bases los términos del preacuerdo..... |
Si hay algo en lo que todos están de acuerdo a propósito de
Martiño Noriega es en su coherencia: nunca ha cumplido un compromiso político y,
por fuerte que sean las presiones que reciba, su determinación es firme y
parece dispuesto a no hacerlo jamás. Eso no quiere decir que no sea una persona
fiable, nada de eso, cualquiera puede fiarse de él siempre y cuando no olvide que
hará lo contrario de lo que diga. Y es que hay personas que tienen madera de
político, y otras hormigón armado.
Lo dicho no es resultado de un sesudo estudio o de un
análisis puntilloso, sino mero resumen de su ya largo, larguísimo paso por la
política. Su apuesta en este sentido es clara, tanto que hasta que no se ha
verificado el preacuerdo con Podemos ni siquiera Rajoy se atrevía a dar una
fecha para las elecciones. En el trasfondo, la galleguidad de su candidatura,
dicen, que no están para experimentos con partidos nacionales mientras oculta
sibilino (o engañando, como prefiera decirlo) que desde hace años está
coaligado con un partido nacional, Izquierda Unida, a cuyas filas pertenece la
concejala encargada de las finanzas compostelana. De manera que centrar el
debate a estas alturas en la estatalidad de la coalición es como destrozar
cañones a mosquitazos.
Este preacuerdo al que ya se había precomprometido cuando
las municipales (recuerden, recibir los votos de Podemos a cambio de en lasgenerales entregarles los de Anova), no ha evitado que sorprenda a quienes
escuchaban aquello de las bases, la gente, la ciudadanía y esa letanía de
palabros con que adorna sus esmirriados discursos. Por ejemplo, el de llamar
candidatura popular a lo que ha sido una coalición de toda la vida, que es
menos lírico pero también menos tramposo.
Ahora toca darle color, aroma y envoltorio para lograr lo
mismo que ha conseguido hasta ahora, que todos parezcan equivocados menos él o,
como el soldado cojo que desfilaba, decir que son los demás los que llevan el
paso cambiado.
Pronto veremos en qué se materializa este nuevo engaño a los
suyos, y cómo en lugar de agarrarlo entre todos y lanzarlo al río al grito de ¡felón!,
volverá a presentarse como el gran salvador del gran proyecto político de la
gente de izquierda para la Galiza que viene. O sea, Él. Y nadie, ni nada, más.
Lupe Castiñerias: lampreasyboquerones@gmail.com
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