Por Lupe Castiñeiras
Foto: Aspecto de una de las últimas reuniones a las que estaba convocada 'toda a veciñanza' |
La tercera propuesta estrella del programa electoral (sic)
de Compostela Aberta, acaba de fallecer inanición por exceso y empacho de ridículo. Lo ha hecho después de la gran promesa de la Estación Intermodal, ese proyecto 'irrenunciable' que el indigno concejal Duarte, pasadas las elecciones,
cambió por el proyecto “que jamás aceptaría”, y tras esa otra gran promesa de
la Renta Universal…que resultó que ya existía. Tras semejantes imbecilidades, los
Orzamentos Participativos han demostrado ser la inscripción en la lápida de
semejante programa electoral falso que ahora se vende en fascículos autonómicos.
Pero no importa, no, que en cualquier desfile todos llevan el paso cambiado menos Martiño, el Gran
timonel, el Amado Líder, el Taumaturgo, el Payaso que sigue afirmando que sólo él
representa a la gente, a la mayoría social, pero que si no le votan es porque estamos
engañados, ‘sugestionados’ según sus palabras, por los poderes bursátiles, o
mediáticos, o quién sabe qué, o los poderes de Raticulín, a saber. Todos somos
tontos ¡ todos! menos él.
Y es que poco se puede decir de los Orzamentos que no se
haya ridiculizado ya, cuando se han contabilizado poco más de doscientas
propuestas presentadas de un espectro cercano a las ciento cincuenta mil
potenciales, cien rechazadas por diversos motivos, propuestas que no vamos a
tener el (dis)gusto de conocer. Reuniones con las salas vacías, prórrogas
inicialmente no previstas, encuentros no programados oficialmente y convocados
de urgencia en los que se azuzaba a concejales y miembros del partido para que
llevaran gente…y subrogaciones del contrato para que otras empresas (Changetomorrow,
Control Suprimir o ¡Numax!) que no figuraban en la designación inicial
participaran de tan magro proyecto en el que se manejaba nada menos que un
millón de euros que al Concello le daba igual emplearlos en una u otra cosa,
que la gente decidiese, que a él le daba igual.
Pero nada de eso importa, insistimos, porque para la gestión
de esta gilipollez el Concello ha pagado
sesenta mil euros (más de diez millones de pesetas, impuestos aparte), a la
empresa CIDADANÍA, empresa de la que en un su momento fue socio y propietario el
actual asesor político personal de Martiño Noriega, el señor Carlos Neira Cortizas,
empresa además cuya actual gerencia recae en manos de otro señor miembro de
Compostela Aberta, el señor Antón Insua López. Y es que la elección de esta empresa se hizo
bajo el procedimiento de concurso sin publicidad, es decir, que era el propio Concello
el que invitaba a las entidades que él quería e imponiendo criterios
arbitrarios, criterios que devinieron en que fuese Cidadanía la única que, se
dijo, cumplía tales requisitos y por tanto resultó ser la seleccionada. Empresa
que, por cierto, fue también la designada esa vez ¡a dedo! para lo que se llamó
entonces el experimento de los actuales Orzamentos Participatvos, los
destinados a la Mocidade, cuando se reservaron cien mil euros de todos los
compostelanos a dicho fin y del que apenas sabemos algo de algunos de esos
cuartos, gestión de los cuales se encargó a dicha empresa por un precio de dieciocho
mil euros (clavados, clavados)
Y ahora, Martiño, a seguir aprovechándote con mentiras de
las necesidades de la gente….
Enlaces, salvo posteriores (y habituales) modificaciones y/o borrados:
Lupe Castiñeiras: lampreasyboquerones@gmail,com
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