Del BNG, o El Acaso De Las Ideologías

En uno de sus primeros actos de precampaña el BNG se ha descolgado como aquel anuncio de cierto refresco de cola llamado Coca. En el spot, recuerden, se decía aquello de “para él, para ella, para los gordos, para los flacos…” y así. Ahora, el Bloque se ofrece como solución para los nacionalistas y los no nacionalistas, los galegofalantes y los castellano parlantes, para los estos y los aquellos y, quizá faltó decir, para los terrícolas y los venusianos.
Lo cierto, y eso hay que anotarlo fielmente en su haber, el Bloque ha ofrecido siempre propuestas concretas y medidas asibles, por dislocadas que estas fuesen (hay que recordar la solicitud de cambiar la hora para ajustarnos a la portuguesa …y a la de Togo o Burkina Fasso, en fin), frente a lo etéreo y nebuloso de las políticas de sus adversarios políticos. Medidas, eso sí, de gran impacto en la población, hinchazón de derechos que, y esto hay que anotarlo en su debe, no se corresponden con políticas de creación de riqueza, entendidas estas capitalísticamente, si es que estas medidas han de ser las que sustenten más temprano que tarde a las llamadas sociales.
Y es que volviendo al anuncio del principio, hay que creer en la sinceridad de esta propuesta de abrazos abiertos. Los otrora tan radicales elementos revoltosos van haciéndose mayores y algunos ya regalan por Reyes a sus hijos, los que tanto gritaban ya cuidan su voz y quienes elaboraban pancartas van prefiriendo plaquitas en las puertas de sus despachos. Vamos, que el BNG se aburguesa con todas las de la ley y por decreto. Y en estas tesituras solo el fondo no cambia, su carácter siniestro (de izquierda, entiéndase bien), el afán estatalista de llevarnos de cuna a la tumba, los derechos para todos mientras el dinero siga cayendo del cielo o de Soria.
Será aquello del “acaso” de las ideologías.