Maria Xosé Caride (con deliciosa “x”) ha denunciado que Feijóo adjudicó doscientos millones justo antes de abandonar la Xunta en su anterior etapa. Bueno pero ¡qué le vas a contar a él! En cuanto a nosotros, piticántripa mujer, ¿por qué nos lo dices cuando han pasado cuatro años, bisiestos incluidos? ¿Antes no era importante o había pasado al cajón de créditos no cobrables?
Caride, Caride. Hay que imaginarte en la oscuridad de la noche cerrada a cal y canto de sirena, en labrado camisón y humilde vela en la mano contando con los mismos dedos con que te atusas el pelo uno tras otro euro de Feijóo hasta juntar toda esa cantidad y así poder decirle al mundo que, para malo, Alberto. Pues sí, malísimo, pero tú torpe y lenta, dicho con cariño. Si las elecciones ya están perdidas y lo que pasó hace cuatro años, si exceptuamos la guerra de Irak, ya es agua pasada por agua que no mueve molino ni de los de viento, de los eólicos esos. Haberlo dicho entonces para tratar de ponerle la puntilla, que ahora suena a rabieta de colegiala, mujer. Vas por la vía rápida, o mejor por autovía, y le zampas aquello. Pero ahora….ahora no suena bien, que pedirle cuentas por aquello pasa por mirar de paso los silencios que le siguieron, silencios de los que todos hablarían.
Deja esos papeles y vuelve a la cama, que las altas horas de la noche no son para bajezas de madrugada sino para soñar con los angelitos. Venga, a dormir, y mañana empieza la oposición con las cosas de mañana, que son las que nos interesan. Las pasadas también, pero es que recuerda que entre tanta pasada también pasaron por tus manos, aunque se te pasara. Y acuérdate, morena de azabache, que estas mismas cosas ya se las criticamos a él en su momento…y aún peores. No hagas tú lo mismo.
Caride, Caride. Hay que imaginarte en la oscuridad de la noche cerrada a cal y canto de sirena, en labrado camisón y humilde vela en la mano contando con los mismos dedos con que te atusas el pelo uno tras otro euro de Feijóo hasta juntar toda esa cantidad y así poder decirle al mundo que, para malo, Alberto. Pues sí, malísimo, pero tú torpe y lenta, dicho con cariño. Si las elecciones ya están perdidas y lo que pasó hace cuatro años, si exceptuamos la guerra de Irak, ya es agua pasada por agua que no mueve molino ni de los de viento, de los eólicos esos. Haberlo dicho entonces para tratar de ponerle la puntilla, que ahora suena a rabieta de colegiala, mujer. Vas por la vía rápida, o mejor por autovía, y le zampas aquello. Pero ahora….ahora no suena bien, que pedirle cuentas por aquello pasa por mirar de paso los silencios que le siguieron, silencios de los que todos hablarían.
Deja esos papeles y vuelve a la cama, que las altas horas de la noche no son para bajezas de madrugada sino para soñar con los angelitos. Venga, a dormir, y mañana empieza la oposición con las cosas de mañana, que son las que nos interesan. Las pasadas también, pero es que recuerda que entre tanta pasada también pasaron por tus manos, aunque se te pasara. Y acuérdate, morena de azabache, que estas mismas cosas ya se las criticamos a él en su momento…y aún peores. No hagas tú lo mismo.
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