Galicia ya no lo tendrá negro, dice Blanco, sino rosa, un rosa tono Mi Pequeño Pony. Son las primeras palabras del nuevo ministro de Fomento en LA VOZ DE GALICIA de hoy domingo, una entrevista que nadie debiera perderse salvo aquellos que busquen algo de interés en sus palabras.
Por de pronto nos asegura que sabremos “toda la verdad sobre el AVE”, algo que siembra de sospechas el barbecho de las palabras de su predecesora y sobre todo nos hace pensar en qué sabíamos hasta ahora. Y es que de la alta velocidad se ocupa casi toda la interviú, además de su condición de gallego y del peso de esta tierra en el nuevo ejecutivo. Y poco más en realidad salvo la sensación, extraña, de que es el propio Blanco el que se autoentrevista.
Eso sí, pide que se le juzgue por sus hechos, lo que puede marcar la diferencia con Álvarez, Magdalena, a la que se le calentaba la boca con palabras inoportunas que tuvo un papel poco higiénico con lo de la mierda del Plan Galicia, tan escatológica ella.
Así que en fin, colmada como dice su ambición política con este nombramiento, será al menos uno de los pocos gallegos que tenga la cartera llena, la de ministro, y tras la debacle socialista en las pasadas elecciones al menos se le ha dado un voto, de confianza, por parte de su jefe Zapatero. Y no pensemos más en su falta de formación y titulaciones, hay que reconocerle el mérito que tiene José Blanco y su capacidad innata de medrar políticamente sabiendo como nadie pasar de la Casa del Pueblo al ático de la Ría.
Por de pronto nos asegura que sabremos “toda la verdad sobre el AVE”, algo que siembra de sospechas el barbecho de las palabras de su predecesora y sobre todo nos hace pensar en qué sabíamos hasta ahora. Y es que de la alta velocidad se ocupa casi toda la interviú, además de su condición de gallego y del peso de esta tierra en el nuevo ejecutivo. Y poco más en realidad salvo la sensación, extraña, de que es el propio Blanco el que se autoentrevista.
Eso sí, pide que se le juzgue por sus hechos, lo que puede marcar la diferencia con Álvarez, Magdalena, a la que se le calentaba la boca con palabras inoportunas que tuvo un papel poco higiénico con lo de la mierda del Plan Galicia, tan escatológica ella.
Así que en fin, colmada como dice su ambición política con este nombramiento, será al menos uno de los pocos gallegos que tenga la cartera llena, la de ministro, y tras la debacle socialista en las pasadas elecciones al menos se le ha dado un voto, de confianza, por parte de su jefe Zapatero. Y no pensemos más en su falta de formación y titulaciones, hay que reconocerle el mérito que tiene José Blanco y su capacidad innata de medrar políticamente sabiendo como nadie pasar de la Casa del Pueblo al ático de la Ría.
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