EUROPA PRESS
Además de para conocer cómo operaba la trama corrupta de concesiones de servicios públicos a cambio del pago de comisiones a políticos y funcionarios, las conversaciones intervenidas en la Operación Pokémon también han servido para clarificar cómo se fraguó la dimisión de Gerardo Conde Roa como alcalde de Santiago de Compostela, a raíz del escándalo provocado por su imputación por fraude fiscal, un delito por el cual hace unos meses fue condenado.
El entonces jefe de Gabinete del alcalde, Ángel Espadas, cuenta en una conversación telefónica con la diputada y concejal, Paula Prado, que en la cúpula del PP "están enfadadísimos con Gerardo" porque "no les contó la verdad" sobre sus problemas con la Justicia. "Ellos intentaban echarle una mano, pero no ha dejado que se le eche una mano", señala antes de agregar que "mintió al presidente también".
"Gerardo se acojonó, seguro que se acojonó y en vez de decir la verdad", sostiene Paula Prado, a lo que Espadas replica: "él está un poco abochornado por toda la situación y por su vida privada y lleva muchos años sin decir la verdad (...) Lleva un doble juego, una doble vida".
Esa conversación tuvo lugar 11 días antes de que se formalizase, el 16 de abril de 2012, la dimisión de Conde Roa y en ella Ángel Espadas cuenta que el hermano de Paula Prado le ha dicho que lo han citado "con los dos presidentes". El informe de Vigilancia Aduanera sobre esta llamada refiere que "el lunes se reúnen Gerardo, Feijóo y Mariano".
El distanciamiento de la cúpula del PP con quien no llevaba ni diez meses completos en la Alcaldía compostelana ya se ha hecho evidente y "es muy sintomático" que "el presidente no lo respaldase", señala Espadas en su diálogo, en el que indica que "la única posibilidad que habría es que Gerardo contase absolutamente todos los problemas que tiene, se sentasen en una mesa e hicieran una estrategia de comunicación".
ACOSTUMBRADO A DIMITIR
Ante la proyección que han alcanzado los problemas judiciales de Conde Roa, incluso a nivel nacional, Espadas plantea que "para limpiar el tema" está dispuesto a ser él quien dimita. "Si total, yo ya estoy acostumbrado y por lo menos hay una dimisión, joder", propone quien un año antes había tenido que abandonar su acta de concejal tras ser sorprendido ebrio y dormido al volante, aunque después fue rescatado por Conde Roa como jefe de Gabinete.
En este diálogo, aparte de culpar directamente al PSOE de la filtración de la información sobre el fraude fiscal de Conde Roa, Espadas y Prado bromean entre risas con si el sustituto de Conde Roa será la concejal Reyes Leis. "Si es Currás nos suicidamos", dice Paula Prado acerca de quien efectivamente al final acabó tomando el bastón de mando en Santiago.
En esta conversación, Espadas admite que Conde Roa le dijo "claramente" que no piensa dimitir, pero diez días después, un domingo por la tarde, Núñez Feijóo intervino personalmente en el asunto con una reunión en la sede del PPdeG en la que se acuerda que, al día siguiente, formalizará su renuncia y se pacta su relevo por Ángel Currás.
Otra conversación grabada a Espadas deja patente la división en el seno del grupo municipal del PP sobre el sustituto en la Alcaldía compostelana y cómo se llevó el proceso. "Feijóo yo creo que estuvo reunido con ellos o con alguno... y con el propio Currás... y Feijóo vino a hacer el paripé allí el domingo", se afirma sobre el proceso de sustitución que llega a ser definido como "una trama perfectamente organizada por Gerardo".
En medio de algunos insultos a otros concejales de las filas populares, también se indica que "Paula (Prado) lleva 15 días postulándose como alcaldesa". Esta política, que en la actualidad es portavoz del PPdeG, era en realidad la opción de relevo preferida por la cúpula del PPdeG, pero existía el problema de su sustitución en el grupo parlamentario.
El que fue la mano derecha de Gerardo Conde Roa en el Ayuntamiento de Santiago, Ángel Espadas, reconoce en una conversación incluida en el sumario de la 'Operación Pokémon', al que ha tenido acceso Europa Press, que habló con un "amigo" del juez que llevaba la causa por fraude fiscal contra el exregidor compostelano con el fin de "pedirle a ver si puede archivar su caso".
En esa conversación, con una persona a la que sólo se la identifica como Valentín, Espadas se refiere a que se enteró de una reunión de los concejales a la que él no le habían convocado y que era para comunicarles que Gerardo Conde Roa iba a dimitir como alcalde y que Ángel Currás asumiría el bastón de mando del Ayuntamiento.
En ese diálogo, el que fue número dos de la candidatura del PP en las municipales anteriores, lista de la que cayó tras ser cazado ebrio al volante, comenta que "ha hecho cosas por Gerardo que no habría hecho por nadie" y que "ha sido corrupto por él", según recoge un informe de la investigación. "Cosas que no se pueden ni contar", añade.
Asimismo, Espadas asegura que Currás le propuso pedirle al presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, que le "buscase un puesto", pero no quiso. A colación también sale el nombre del alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, de quien dice que "tiene mucha proyección", y con quien tiene una "reunión" la semana siguiente. LE DIJO QUE SERÍA DIPUTADO AUTONÓMICO
Durante la conversación, Espadas indicó que Gerardo le preguntó "qué quería ser y que lo nombraba", y que, para convencerlo, le dijo que "lo metería como diputado autonómico". Así, lo nombró jefe de gabinete y le comprometió que en las autonómicas de 2012 "iría al Parlamento autonómico".
Sin embargo, en el mes de febrero de 2012 empezó a ver "cosas extrañas, sobre todo en Gerardo, aunque seguía haciéndole todo", como por ejemplo, las negociaciones con telefónica. Luego le "contaron que su jefe tenía un problema con Hacienda de 300.000 euros" y, a partir de saltar a los medios, "duró 15 días en el puesto".
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