Por Raquel Castelao
Marta Darriba, un perfil estrusca en la TVG |
estandarte de la cultura cateta que abandera, todo parece indicar que el trono del producto interior bruto compostelano ya tiene sucesora,
Siempre hemos pensado que el denominado ‘fenómeno Podemos’
no debe hacer referencia al partido en sí, sino a sus votantes, un hecho que ha
traspasado la gruesa línea de la política para adentrarse en lo antropológico,
que de telepredicadores como tales llevamos décadas escuchando lo mismo, de ahí
la novedad podesíaca que ahora nos rodea por todos lados menos por uno, llamado
–ismo. Llegado de este modo el tiempo de la entrevista, para qué negarlo,
escuchar a la política de bucólica mirada fue como poner en marcha un gramófono
antiguo con una única tonada, todo lo mismo, con lo mismo de lo mismo para, una
vez más, asistir al mismo discurso del que, como aquí nunca opinamos de
política, no nos adentramos siquiera a opinar. Y sin embargo, la presentadora
Darriba se mostraba nerviosa, inquieta, incómoda frente a la hierática
entrevistada que nada decía. No sabía cómo entrarle o salirle, qué hacer, qué
decir. Ella era la entrevistada, concluimos. No sabemos si es cierto que los
periodistas son muy previsibles, como apuntara Pablo Iglesias en su momento, pero
mucho nos tememos que poco importa que lo sean o no, la cuestión es otra:
pregunten lo que pregunten, siempre van a responder lo mismo. Lo de siempre. Y
no hay más, que como no sabemos del tema, insistimos, pues aquí que nos
callamos.
Pero el espectáculo de la presentadora de faz etrusca
agitándose, mesándose, desencajada, sí fue un espectáculo grotesco, miedo escénico
como si enfrente tuviera a ‘alguien’, el peso del micrófono le impedía respirar,
ideas afónicas y cuando las preguntas eran la propia respuesta, momentos de
esperar algo, cualquier coas nos valía conformen pasaban con pies de plomo
fundido los minutos para al final no llegar nada. Fue, en efecto, una
oportunidad perdida. La de cambiar de canal.
4 comentarios:
Aprende a escribir. No sabes puntuar.
Aprende a leer. No sabes entonar.
Martha Darriba, mujer linddisssssssima !
Empalagosa,todo cabezón, plana, y aburrida...
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