De Los 25 Millones

Publicado en SANTIAGOSIETE el 12 de Octubre de 2007

En los próximos meses los padres de la patria discutirán como madrastras la paga de sus hijos. Y es que leíamos en este periódico que los Presupuestos del Estado prevén destinar a Santiago unos 25 millones de euros para el próximo año, es decir, algo así como 250 euros por cabeza, algo siempre injusto por razones de metro cúbico. Y si seguimos con estas cuentas advertiremos que de esa cantidad nos corresponderá a cada cual casi 69 céntimos al día, siempre en números redondos, como una “o” con un canuto. Y todo ello dando igual si usted se dedica a trabajar o al botellón, la asignación será la misma, algo que puede parecer injusto pero tal vez por eso la justicia sea ciega, además de reumática. Consuélese al menos sabiendo que mientras goza de una siesta, se habrán invertido en grandes obras de infraestructura nada menos que casi tres de sus céntimos en solo una hora, ronquido más o menos. La cantidad, al parecer, supera a la de las demás ciudades gallegas, lo que no es mucho decir, aunque las comparaciones son ociosas si se hacen con otras urbes españolas similares. Con tales cuentas, los cálculos políticos duelen como cálculos en el riñón.

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De esta forma, cuando finalice el túnel de la Galuresa, por decir algo, podremos recorrerlo y decir a nuestros nietos, con orgullo, que 250 euros de asfalto son nuestros, o llevarlos a la Ciudad de la Cultura y dejarles que hagan destrozos por esa misma cantidad, y diremos que estamos en nuestro derecho. Pero, como en las malas obras, ya nos avisan que son Presupuestos sin compromiso porque aún han de aprobarse en el Congreso, y sabemos que ya cuentan con el visto malo de la oposición, siempre tan suya con lo nuestro. De no salir adelante se prorrogarán los actuales y, al final, tanda de penaltis cuando lleguen las elecciones generales, la pena máxima. Seguiremos los pasos de estos dineros para que no haya terrores contables, ni aparezca alguna autovía de agua por la que se les pueda filtrar a los gestores cantidad alguna, aunque sea de esas tan pequeñas que se las califica de despreciables. A las cantidades digo.

José María Sánchez Reverte