De La Satisfacción Sexual De Las Gallegas

Puede que existan tantas formas y maneras de dar una noticia en prensa como lectores haya, y la misma información puesta del derecho o del revés puede adoptar curiosas interpretaciones según el ángulo, recto u obtuso, con que se la mire.
Así leíamos en el periódico de Compostela Santiagosiete que algo más de la mitad de las gallegas se encontraban satisfechas con su vida sexual según un curioso informe más bien coñazo, con perdón, pues se trataba de atender al ácido, al Ph de la zona vaginal en relación a otros factores como la higiene íntima., lo que las coloca en lo alto del ranking de marras, eso sí, liderado por las valencianas. Vamos, que pueden estar las gallegas como para sacar pecho.
Esto mismo, con querer echarle imaginación, bien pudiera ser leído de otra forma. Y así sabríamos que casi la mitad de las gallegas se encuentran insatisfechas con su vida sexual, por el tema aquel del Ph, y que en ese mismo porcentaje las gallegas son un poco guarrillas si de jabones hablamos, que más que bacterias se diría que cobijan murciélagos en la calidez de sus regazos.
Claro está que no se menciona la importancia de los gallegos en todo este asunto de las satisfacciones de alcoba, y sin contar tampoco con cualquier otra combinación que pensarse pudiera al respecto, pues eso ya sería querer meterse en camisones de once varas.
Y sin ánimo de seguir profundizando en asuntos tan íntimos, rizando el rizo podríamos referirnos a que las gallegas comparten puesto con vascas y catalanas, que sería como decir que los nacionalismos sientan bien a la vida sexual, lo que podría joder a algunos.
Está claro que en asuntos de alcoba no deben confundirse las medias aritméticas con las de rejillas si al final todo dependerá del humor de cada una.