Uxío y Xiana han vuelto a Compostela en hedor de multitudes. Vuelven, como el turrón por Navidad, con la vitola de patriotas, héroes del independentismo gallego. Algo más de cien personas los recibieron y vitorearon porque una mañana quisieron hacer saltar la banca, el Banco de España, y hasta consiguieron descuadrar una puerta y asustar a una señora que pasaba por allí con el perrito.
La bomba de estos jóvenes pasará a los anales, es decir, a los culos del independentismo gallego como una escena salida de aquellos otros patriotas de La Vida de Brian. Antes que ellos otros intentaron causar estragos en Santiago, bombas de ETA y conciertos de Carlos Baute, pero solo ellos lo han hecho a título de patriotas.
Mientras así se entienda el patriotismo, el independentismo gallego seguirá pareciendo una atracción de circo.
La bomba de estos jóvenes pasará a los anales, es decir, a los culos del independentismo gallego como una escena salida de aquellos otros patriotas de La Vida de Brian. Antes que ellos otros intentaron causar estragos en Santiago, bombas de ETA y conciertos de Carlos Baute, pero solo ellos lo han hecho a título de patriotas.
Mientras así se entienda el patriotismo, el independentismo gallego seguirá pareciendo una atracción de circo.
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