De Las Adjudicaciones Express

Cuando el bipartito alcanzó el poder allá por 2005 se propuso la creación de una norma que impidiera las adjudicaciones en el período en que los gobiernos salientes se encontraban en funciones. Afortunadamente de aquella propuesta nunca más se supo y gracias a ese olvido ahora el BNG, en tareas de gobierno en funciones, está por ejecutar adjudicaciones por importe de casi un millón de euros, así que bendito olvido.
No es de extrañar pues que se diga que quien tiene un amigo tiene un tesoro, el Tesoro Público según los casos. Pero se está encontrando con la oposición no solo de los populares entrantes sino de sus socios socialistas igualmente salientes, y es que esto cada vez se parece más a una puerta giratoria. Afirman desde el PSG que estas adjudicaciones exceden de las tareas de administración ordinaria que legalmente tienen atribuidas las consellerias cesantes, y dada la postura del Bloque pareciera que estos a su vez opinen que este veto a las adjudicaciones también excede las tareas de mero control e incordio que deben ejercer aquellos.
Por situaciones como estas hay quien piensa que los mandatos deben reducirse a dos años ya que parece probado que la actividad legislativa y especialmente las ejecuciones de los proyectos tienen lugar en los últimos meses de vida de cada gobierno, por lo que los otros dos años, la verdad, sobran un poco y más valiera dedicarlo a verbenas y partidos de solteros contra casados.
Ya veremos si esta situación da o no al traste con determinados planes y promesas, pero por de pronto ya le está provocando dolor de cabeza a más de uno, así que a comprar aspirinas a la farmacia. ¿A cuál? A cualquiera de las ochenta y siete que se adjudicaron el día de la jornada de reflexión.