Hace unos días un escalofrío, un repelús gélido y cortante recorrió el semblante de por sí mustio de los compostelanos; fue cuando se conocieron los nombres de los pregoneros de las próximas y deseadas Fiestas Del Apóstol 2010, y todo porque algún desalmado sin escrúpulos corrió el rumor de que a Jorge Mira y a Yolanda Castaño los acompañaría Paco Lodeiro. Finalmente todo quedó en un mal susto, horripilante pero solo un susto y no ha habido necesidad de volcar el Pazo de Raxoi para que el consistorio reconsiderase ese tercer nombramiento.
Porque la elección de Mira y Castaño ha sido, al parecer, muy bien acogida, esos entrañables personajes que comparten junto al león de La 2 nuestras pesadas sobremesas, esos tipos sabios y aplicados a los que vemos mover los labios mientras se nos cierran los ojos. Son las cifras y las letras, el número y la palabra, juntos pero revueltos. Y tan distintos.
Mira es la ecuación y Yolanda la incógnita, la equis en cualquier mapa del tesoro, los senos y el coseno, la ciencia y la exacta, la probeta y la lengua, la ciencia, en fin, y la inconsciencia, el sistema métrico y la métrica asonante, los decimales y las décimas, todos libres, los radicales y los versos, su química y su físico, las medias aritméticas y las de rejillas, los vasos y los besos comunicantes, y tantas otras cosas que aquí guardaremos para mejor ocasión pero que pueden resumirse en el primer principio del conocimiento: la contemplación. Mira es la regla, Castaño la excepción, una acepción en cualquier entrada del diccionario y, viéndola, la mejor razón para querer ser bilingüe.
Enhorabuena y si lo hacen bien les dejaremos saludar a sus familiares cuando acaben.
Porque la elección de Mira y Castaño ha sido, al parecer, muy bien acogida, esos entrañables personajes que comparten junto al león de La 2 nuestras pesadas sobremesas, esos tipos sabios y aplicados a los que vemos mover los labios mientras se nos cierran los ojos. Son las cifras y las letras, el número y la palabra, juntos pero revueltos. Y tan distintos.
Mira es la ecuación y Yolanda la incógnita, la equis en cualquier mapa del tesoro, los senos y el coseno, la ciencia y la exacta, la probeta y la lengua, la ciencia, en fin, y la inconsciencia, el sistema métrico y la métrica asonante, los decimales y las décimas, todos libres, los radicales y los versos, su química y su físico, las medias aritméticas y las de rejillas, los vasos y los besos comunicantes, y tantas otras cosas que aquí guardaremos para mejor ocasión pero que pueden resumirse en el primer principio del conocimiento: la contemplación. Mira es la regla, Castaño la excepción, una acepción en cualquier entrada del diccionario y, viéndola, la mejor razón para querer ser bilingüe.
Enhorabuena y si lo hacen bien les dejaremos saludar a sus familiares cuando acaben.
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