No es lo mismo solidarizarse en público con El Jueves que con la COPE. Las razones son evidentes: alguien puede dejar de anunciarse en tu medio si te señalas, dejar de invitarte a una gala o depurarte laboralmente hablando. Sobre todo si, además, el medio agredido no es de tu cuerda. La solidaridad bien entendida empieza por uno mismo y sus comidas de navidad, evidentemente.
Tal vez la vorágine informativa que absorbe estos días Santiago (peatonalización sí o no) una vez concluida la cumbre mundial sobre el cambio climático y el encendido de la iluminación navideña, ha dejado a los medios de comunicación locales en un estado tal de agotamiento intelectual que la condena, o no, a las pintadas intolerantes aparecidas en la fachada del Seminario, sede de Popular Televisión, debe esperar.
Poco puede decirse de la machada de realizar pintadas ofensivas con nocturnidad, anonimato, alevosía y faltas de sintaxis. Hay quien mide su actividad periodística por ratios, hay quien por dinero, por ridícula y divertidísima vanidad que solo sirve para el chiste alguno que otro, y hay quien, en fin, ven en estas pintadas sencillamente la rúbrica de que están haciendo bien lo único que se espera de un medio: informar, guste o no. Todo lo demás es como prostituir el periodismo.
Nosotros no nos solidarizamos con COPE o Popular Televisión ni por lo que representan. Sencillamente los felicitamos por esas pintadas y sonreímos al escuchar los ladridos…no todos poueden decir lo mismo.
El resto, que cada vela aguante su palo.
ÚLTIMA HORA: Tras la presentación de la denuncia, efectivos policiales desplazados hasta el lugar han tomado muestras de estiércol hallado en las cercanías para cotejarlo con sus bases de datos, con la idea de encontrar a los responsables de las pintadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario