Nueva ejecutiva en el Pp de Santiago: muerta la rabia, se acabó Pillado




Imagen: Momento en que los presentes fueron invitados a asumir las tesis oficiales

 

Una de las ventajas de la política es su previsibilidad, el que ahí donde más te lo esperas salta la liebre. También en Santiago, y también en el último cónclave popular que ha renovado su ejecutiva local.

No nos referimos, claro está a quienes aplauden como focas de acuario la llegada del Eurovegas, aquellos que por una indigestión de El Padrino (a la vista está que sin entender una sola palabra, obvian que los Corleone eran mediterráneos) creen que hasta el dinero tiene su precio. Más bien hablamos de otro asunto, de cuando estando reunidos todos quienes tenían mano, voz y voto para decidir en el tema ocurrió que, contra toda lógica, no se abrieron los suelos engullendo a los presentes en un mar de azufre y perdición, sino que aun tuvieron tiempo de votar y elegir a los integrantes de la tal ejecutiva. Poco hablaremos de sus componentes, pero haga usted por recordar sus nombres porque serán quienes dispondrán de sus bienes y haciendas, recuérdelo o lo hará por usted una llamada intempestiva el día que menos lo espere “pidiéndole” su colaboración. Resulta molesto, sí, antes eran unos y ahora hay que aprenderse los nombres y filias de otros nuevos, pero se lo decimos por su bien. Es el PPmatrix, identificable más o menos con el PP, la versión a ese lado de la frontera con la ciudadanía del mismo modo que la Izquierdita, más o menos el socialismo, ocupa el lado contrario, Izquierdita de la que convendrá hablar próximamente largo y tendidos a su indebido tiempo porque también tiene su guasa.

Ocurre que en ese universo paralelo de la ejecutiva popular se ha dado entrada, como bien se publicó a bombo y platillo de los pedir, a la denominada corriente pilladista. ¿Que a quien le importa eso? En realidad solo al propio pillado y a quienes recolectan tras él. Se ha hablado de aquellos sonados desencuentros entre Pillado y el súper ex Conde Roa, ¿los recuerda? Claro, ni usted ni nadie, pero o se les da eco o le insertará publicidad la próxima vez su señora tía de usted. Así que ya lo ven, Pillado pasa de villano a regidor del rey, “se acabaron las guerras internas” se ha escuchado decir, esas que suponemos le quitaban el sueño y no otras menudencias económico-laborales, siempre tan vulgares, a la ciudadanía compostelana. Pillado en la ejecutiva popular compostelana será como una vacuna, esa inoculación de organismos infecciosos que debidamente atenuados o agonizantes, restablecen la salud del cuerpo.

Avisado queda, sufrido ciudadano. Recuerde sus nombres y sobre todo los de aquellos que como líquenes ya asoman en sus húmedas umbrías, esas “famiglias” que medran tras cada uno de sus miembros. Y todo ello por el Bien Común, faltaría menos. ¿Que qué es eso del Bien Común? Nadie lo sabe, tal vez, una versión pagana de la santísima trinidad pero con trece personas distintas y una sola verdad, el poder auténtico, verdadero. Porque ese poder no es, incauto ciudadano, lo que usted siempre ha creído…