Por Sylvia Vaamonde
Tras la renovación hace tan solo unos días de la cúpula de
las XXSS (Juventudes Socialistas) de Galicia, da la impresión de que había que
ponerse en marcha, y rápido, cara a las próximas primarias. Para ello había que
ir a lo sencillo, algo que diera puntos fácilmente como el aborto y no, por
decir algo al azar, el desempleo. O la emigración. O el paro después de esas
primarias, por pensar algo. Y más fácil aún, una campaña ramplona pero
efectista…o no, porque pretender provocar con las mismas ‘osadías’ que hace
veinte o treinta años lo que provoca, si es que provoca algo hoy día, es
pereza.
Pero no importa, ahí está. El aborto. Vale, venga vamos.
Pero hay algo que no está del todo claro, tal vez por
estarlo demasiado. ¿Por qué cargar contra la Iglesia? La pregunta parece que se
responda sola, que su respuesta es obvia, innecesaria. Pero también puede que
no. A ver:
Sabido es que la práctica del aborto es uno de esos curiosos
derechos que, en términos económicos, produce pingües beneficios a quienes se
dedican a ello, cientos de millones de euros al año que se reparten entre un
puñado de profesionales y clínicas acreditadas.
Pero, ¿qué beneficio económico saca la Iglesia de su
oposición al aborto? ¿Qué poder político, económico, civil le reporta oponerse
a él?
Pues no se sabe, y sin embargo….es la “enemiga”.
¿Qué la derecha se alía con la Iglesia por razones políticas
para jugar con la moral y alcanzar el poder? Es una posibilidad, pero en tal
caso, si hay que ser honesto, habría que cargar contra esa derecha oportunista
cuando no hipócrita.
Porque el aborto es lo que es, un acto de la ciencia que,
para el católico, posee un valor moral. Pero no es la moral sino la ciencia la
que sentencia que en el aborto se mata o no a un ser humano. Hay argumentos a
favor y en contra, es decir, hay científicamente dudas al respecto en la
comunidad científica internacional. Y quien sabe si en caso de duda no haya que
estar con el más débil.
En cualquier caso contraponer un hecho científico como es
una intervención quirúrgica a un planteamiento doctrinal y teológico resulta
inverosímil, pero se hace, esta es la prueba. ¿Por qué? Mirándolo fríamente,
sin cálculo político, es absurdo. Y sin embargo, la campaña de XXSS plantea
deliberadamente esa cuestión, una “crucificada” que cualquiera identifica con
un fake de Jesucristo. No una señora del Pp haciéndose la manicura, por decir,
o a la madre del ocurrente autor del casposo fake mostrándose desnuda y esta
vez sin cobrar. No, la intencionalidad nada oculta es otra.
¿Por qué contra la Iglesia? Dicho de otro modo, ¿qué le
importa a los jóvenes socialistas gallegos lo que pueda pensar la Iglesia sobre
el aborto? ¿Pretende rebatir sus argumentos o silenciarla? Y es que campañas
como esta casi obligan a pensar en esta segunda opción.
Los argumentos esgrimidos son dos: “Tes dereito a tua vida” y “Tes
dereito a decidir”.
Hasta ahí los razonamientos. Ni un por qué, ni un
argumentario, ni una razón. Solo una proclama, la de siempre, sin
explicaciones. Y si alguien se ofende, que se joda.
Se esperaba algo más de los nuevos dirigentes juveniles.
Algo fresco, novedoso. Pero lamentablemente parece que no va a ser así. Es una
lástima. O un diagnóstico.
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