Por Ana Ulla
No, no nos referimos a quien todos imaginan, sino a miembros
del gobierno municipal. Todo surgió a raíz de ciertos rumores que apuntaban que
la jueza De Lara había fijado sus ojos en Ordes, algo impensable para sus
mandatarios, tanto que suscribieron un acuerdo plenario según el cual dimitiría
ipso facto el concejal que fuese imputado en una causa relacionada con la
actividad política. Tan convencidos estaban de su tranquilidad de conciencia o
impunidad que hasta lo celebraron…
…hasta que llegó la primera imputación, la de la teniente de
alcalde, Silvia Marín, de Unión por Ordes (UxO) por ciertos asuntos
relacionados con adjudicaciones a Vendex que, según manifestó “volvería a hacer
mil veces”, parafraseando lo expresado en cualquier manual del buen imputado.
Muy corto y algo perezoso el Concello movió ficha y donde
dijo Diego ahora dice Beluchistán y acuerda cambiar aquel acuerdo municipal de
dimisiones fulminantes por otras diferidas en el tiempo y puede que en el
espacio, pues donde dijeron Beluchistán mejor seguir diciendo Diego por lo que
pueda pasar y solo dimitirán si se mantiene la imputación en caso de apertura
de juicio oral. O así.
Así están las cosas en el gobierno que dirige Manuel Regos
con mano de hierro y billetera de gatillo fácil al parecer de la jueza.
¿Cambiará el alcalde de opinión si finalmente no se imputa a su teniente? ¿O
espera algo más…?
Desde que la Xunta llamó al orden a sus borregos informativos
después de que estos parecieran convertirse en depredadores y fieros caniches
con la Pokémon, mucho ha cambiado la cosa. Ordes es Ordes, ya se sabe, y allí
la cosa da como para escribir un libro al decir de los vecinos. Un libro para
que no se diga nada, claro. Dios los cría y la corrupción los junta. ¿Una
fotico?
Enlace de interés: La Voz de Galicia
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