Por Ana Ulla
Llegó, la vio y se alivió. Así de primitivo. Y así podría
resumirse la declaración de Adrián Varela y su pelusa facial de veinte días
ante la jueza De Lara. Con su mochila de bachillerato cargada de papeles serios
y graves. Otro más. ¿Habrá un siguiente? ¿Una siguiente? Su señoría y señora
del preboste popular ha prorrogado el secreto del sumario un mes más, que más
que secreto se está convirtiendo en enigma, de ‘secreto de sumario’ en casi
‘secreto de Fátima’. Vendex que te quiero Vendex.
Esta declaración, no obstante, ha tenido un singular aliño,
el que la portavoza popular Paula Prado dejó caer, como caen los meteoritos,
apenas unas horas antes. Algo así como la extrañeza “porque todavía no se haya
llamado a declarar, cuanto menos, a Bernardino Rama” en todo el asunto Pokémon,
afirmaciones que, acertadas o no, no desmerecen de cierta opinión de la calle,
aquella que recuerda el tiempo que lleva Vendex trabajando para el Concello y
como si nada, como quien oye llover. La señora Prado es de las personas que
nunca habla por hablar, con el porcentaje de meteduras de tranca que ello
supone, por lo que conviene preguntarse qué quiso decir en realidad. Las
respuestas pueden ser variadas, pero me quedo con una que ya planteé con
anterioridad, el acuerdo más o menos tácito de socialistas y populares para que
la Pokémon no se les vaya de las manos porque no quedaría ni títere, ni cabeza
ni guiñol que lo aguantase. En este sentido las palabras de Parado no podrían
ser más claras, se trata de un recordatorio, un ¡cuidado, socialistas! Y lo
dice Prado, doble causa de fricción en el Pp compostelano entre quienes no
comulgaban con la cabeza autonómica, y baluarte frente a quienes los coqueteos
cuando no mamoneo con la oposición bipartita amenazaban a su partido con ser una
mera comparsa del bugallismo para ganar cuatro duros más. Que Reyes, Francisco,
siga amenazando con amenazar, que para eso cobra uno de sus sueldos, pero ni
una coma más. Si alguien le abrió las puertas de Santiago a la jueza para que
investigara esto y aquello, y nada más que esto y aquello, ya no hay remedio,
que lo haga. Neutralizar a los activistas de una banda que tanto han hecho por
su partido, y a los resentidos del otro que tanto han peleado por su bolsillo y
ha habidi que acallar a golpe de…, pero esto no puede seguir así. Y punto.
¿Qué será lo siguiente?
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