Publicado en SANTIAGOSIETE el 23 de Enero de 2009
Los pistoletazos de salida de las campañas electorales suelen dejar heridos de bala. Tal vez por eso los partidos prefieran las navajas por ser arma blanca mientras no se empleen en la espalda de alguno, pues entonces serían rojas. Y es que, como en un Titanic, no habrá sitio en las listas electorales para todos y aunque muchos intentarán hacer valer favores pasados, para entonces ya habrán entrado en mora electoral, y ya se sabe que la mancha de una mora con otra mora se quita. Y, para colmo, en casa de algunos eran pocos y parieron abuelas y abuelos un sobrino escañable que nace con un plan debajo del brazo.
Y entre locos conocidos y sabios por desconocer, estará por ver quienes se quedan en estos idus de marzo, tan gallegos, en que las formaciones políticas andan probándose encuestas como antaño las señoras refajos, ajustadas y aguantando la respiración, en unos tiempos en que presumir de ideología no va más allá de elegir las noticias en uno u otro canal de televisión. Comienza la fiebre electoral y habrá que estar pendientes de esas décimas de más que harán que algunos se queden en casa. Se admiten apuestas. Y galanes.
Y entre locos conocidos y sabios por desconocer, estará por ver quienes se quedan en estos idus de marzo, tan gallegos, en que las formaciones políticas andan probándose encuestas como antaño las señoras refajos, ajustadas y aguantando la respiración, en unos tiempos en que presumir de ideología no va más allá de elegir las noticias en uno u otro canal de televisión. Comienza la fiebre electoral y habrá que estar pendientes de esas décimas de más que harán que algunos se queden en casa. Se admiten apuestas. Y galanes.
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