Nadie puede dudar de los méritos de Puy Fraga para alzarse hasta los primeros puestos de la lista electoral coruñesa, al menos mientras sean desconocidos. Y es que es muy fácil decir que lo han “colocado” por ser quien es, el hijo de Rosario Fraga, olvidando todo lo que el Partido Popular de Galicia le debe, por lo menos al tío, por lo que no se entiende el revuelo formado en Santiago con tamaño nombramiento. Al conocerse la designación algunos testigos afirman haber escuchado en la sede pepera de Compostela un grito igualito al que en noche de Óscar se oyese a Penélope Cruz, ese inmortal ¡¡Peeedrooo!! que aún retumba en nuestros maltrechos tímpanos.
Pero no hay que darle tanta importancia al asunto porque no dejan de ser cosas de familia, de la familia política, claro, y es que la familia que concurre unida permanece unida, aunque al final la lista electoral se parezca más a una lista de invitados al cumpleaños de la bisabuela tal. Y sin embargo no todos parecen estar contentos en el staff santiagués y hasta algunos opinan que se sienten como con la saga al cuello.
Lo cierto es que estas medidas pueden ser malinterpretadas por los votantes, como si el enchufismo, que no es el caso, claro, fuese cosa corriente aunque alterna.
Y así están las cosas, y siendo años de crisis los que vivimos, los únicos beneficios que podemos dar son los de la duda. Eso sí, ya veremos si con tantos familiares Santiago va a parecerse a Falcon Crest o a la Familia Mata.
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