Parece ser que una de las concejalas populares más populares, Paula Prado (PP, naturalmente), va a comenzar a estudiar en serio el fenómeno de la movida con su variante etílica de botellón, a ver de qué manera pudiera encontrarse una solución. No es de extrañar que este asunto se le haya ido de las manos a un Concello manirroto como el de Santiago que pretende arreglarlo a base de ordenanzas sin tener en cuenta que sus destinatarios ven doble. Ante tamaño problema la señora Prado nunca ha querido permanecer quieta ante la movida y ya hace un tiempo acudió acompañada del también concejal Ángel Espadas ataviados para la ocasión, algo así como en Grease pero más enxebre. Y otoñal.
Lo cierto es que, al menos, es una iniciativa que contrasta con la pasividad municipal pues para el Concello las daños que la movida provoca en la ciudad son hechos puntuales, por más que apenas queden ya espacios sin su hecho puntual de turno. No sabemos desde luego de qué manera llevará a la práctica su proyecto DJ Paula ni qué conclusiones espera obtener, ni si es de las que ven la botella medio llena, pero en cualquier caso hay que desearle la mejor de las suertes por el bien de todos. Y si al final se consigue algo brindaremos por ello, o nos vamos de botellón para celebrarlo.
Lo cierto es que, al menos, es una iniciativa que contrasta con la pasividad municipal pues para el Concello las daños que la movida provoca en la ciudad son hechos puntuales, por más que apenas queden ya espacios sin su hecho puntual de turno. No sabemos desde luego de qué manera llevará a la práctica su proyecto DJ Paula ni qué conclusiones espera obtener, ni si es de las que ven la botella medio llena, pero en cualquier caso hay que desearle la mejor de las suertes por el bien de todos. Y si al final se consigue algo brindaremos por ello, o nos vamos de botellón para celebrarlo.
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