De casi todos es sabido que dos más dos es igual a cuatro, del mismo modo que de casi todos es ignorado que cuatro no es siempre dos más dos. Con estas nociones básicas de álgebra entenderemos las cuentas que Cecilia Sierra, la concejala de los ojos tristes, ha presentado para su aprobación, las de 2010, con el voto díscolo, o despistado, de un pepero. Estas cuentas, dice la concelleira del ábaco, arrojan al final un saldo de 697’58 euros de deuda por compostelano (en efecto, y usted sin enterarse).
¿Solución?
Nos la trae otra concelleira, María Pardo, la de los ojos grandes, tanto que tienen horario de visita. Para disminuir semejante ratio de deuda, nada mejor que aumentar el número de habitantes en Santiago pues, se deduce maquiavélicamente, habrá más gente para repartir la deuda. Elemental.
¿Solución?
Nos lo cuenta sin decirlo ella misma esta semana Santiagosiete: hacer que vuelvan a Compostela todos los que se han ido a vivir a Ames (léase Milladoiro…). Ya ven, en lo sencillo están la respuesta a casi todo. Ahora bien….
…ahora bien, si fueron ustedes tan groseros como para leer la relación de bienes y propiedades hecha pública por los concejales días pasados en la e-página del Concello, se percatarían de cuántos de ellos poseen fincas, casas, tierras, terrenos y demás inmuebles en poblaciones próximosa Santiago cuyos impuestos, cabe pensar, pagan en esos concellos ayudando a reducir la deuda en ellos. ¿Serán ellos los primeros en vender sus propiedades, hacer las maletas y volver a Santiago con sus personas o al menos sus cuartos? ¿O volveremos a tener un Concello en el que cada cual dice lo primero ocurrente que se le pasa por la cabeza…?
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