lunes, 12 de diciembre de 2011

¿¿Engañó La Voz de Galicia a Zapatones cuando le entrevistó??

La noticia fue conocida a finales de la semana pasada cuando, según ciertos testigos, a punta de artículo lacrimógeno y a plena luz del día le arrebataron algunos de los últimos jirones de dignidad que abrigaban su esperanza.
Y es que, ya se ve, elaborar un titular y hasta un artículo sensacionalista es muy sencillo: basta con que al autor no le importe el descrédito que conlleva y, sobre todo, que compense económicamente, luego lo llamas historia, grande o pequeña, y hala, a correr con el bolsillo abrigado.
Zapatones es un filón periodístico, perfecto para cerrar una edición a falta de material, artista de la treta que con exquisita periodicidad encontramos en medios de todo pelaje que pretenden “descubrir de verdad” y de una vez por todas a los compostelanos (¡) la faceta, siempre humana, del inquilino más célebre de la gran plaza. Estudiantes, neolicenciados, informadores foráneos o con prisas, malos periodistas con demasiada frecuencia, siempre hay alguien dispuesto a contar “las verdades” del peregrino de nariz acolchada. La última de estas “hazañas”, de este periodismo humano, de estas historias grandes o pequeñas puede usted leerla unas entradas más abajo, pretendiendo llevar la lágrima al punto en que cristaliza en diamante. Y…
…y reconozcamos que redactar una historia con pulidos elementos de drama, soledad y enfermedad para espolear las conciencias ciudadanas se vende como cosa de extrema justicia; marcharse después uno a casa dejando al doliente, su soledad y enfermedad allí donde lo encontró parece, empero, cosa de gran higiene; pero cobrar además por todo ello debe ser ya la leche. Pero eso no es noticia.
Porque ahí sigue el buen mal hombre, al cuidado invisible y callado de quienes no cobran por contar su historia, aquellos que han visto cómo esa historia contada ha echado por tierra mucho tiempo de trabajo poco noticiable. Pero mejor no preguntar para no estropear el artículo. Eso no es noticia.
¿Cree usted que los avezados reporteros pagaron a Zapatones por posar y contar su historia? Hay quien cree que no, quién sabe, pues de ser cierto le habrían pagado menos de lo que el medio esperara cobrar, o no compensaría el trabajo ¿Y el medio entonces? La Voz de Galicia tiene aprobadas unas subvenciones que supera el medio millón de urdangarines, dinero público (también suyo de usted, por supuesto), dinero de todos que habría servido, a su vez, para pagar a Zapatones por dejarse contar su historia, dinero que habrá sabido emplear según su leal saber y entender. Seguro que sí. Retorcido, sí, pero real, una merluza a cuenta del contribuyente. Sibilino periodismo este, extraña manera de entender la responsabilidad que conlleva percibir una subvención…pero eso no es noticia.
Nadie podrá impedir que Zapatones se lance por un precipicio si así lo decide y, ese día tampoco faltará quien cobre por contarlo afirmando con no hay nadie con él para evitarlo, que está solo. Olvida que los demás, quienes no se aprovechan de su necesidad, aquellos cuyo trabajo puede estropearle el artículo, están abajo para que al caer no se haga daño. Pero eso no vende.
Por cierto, y cito textual de quien lo vió, “el día que se conoció la noticia del desahucio de Zapatones, algunos de los mimos que hay en el Obradoiro acudieron a los Servicios Sociales (del Concello de Santiago) porque querían las mismas ayudas que Zapatones, y al saber que eran menores que las que ellos recibían, cambiaron de opinión”. Es lo que tiene el periodismo amarillo. Amarillo oro, claro.

5 comentarios:

Nacho Mirás dijo...

Señor Sánchez Reverte: El periodista no cobra más por contar una u otra historia; no cobra por pieza; no sale de caza por las mañanas. El periodista tiene una nómina a fin de mes y no percibe más euros en función de objetivos; esto no va así, se lo aseguro. El periodista hace su trabajo y si a usted le gusta, perfecto y, si no le gusta, pues qué le vamos a hacer. Tampoco su vocabulario de "Lampreas y Boquerones" es del gusto de todos los lectores. Ni su puntuación, por cierto. El periodista al que nos referimos, en todo caso, hace años que tiene el ego satisfecho, así que escribe como le parece y le gusta a él. Y sí, le pegan por ello. Por trabajar. Le contaré -no tiene por qué creerme, siga usted desconfiando si quiere- que fue Zapatones el que llamó al periodista pidiendo socorro. Y lo hizo, además, cuando el periodista ya había cumplido con su jornada laboral. Pero ojo, Juan Carlos también estaba llamando, conscientemente, a uno de sus pocos amigos que le quedan, al que conoce hace veinte años. Pedía socorro. Llamaba al mismo amigo que esta noche ha estado un buen rato dándole ánimos en el hospital y que seguirá haciéndolo los próximos días. Y que seguirá escribiendo sobre Zapatones porque le da la gana, porque el mundo está lleno de Zapatones y, a veces, la parte sirve bien para retratar el todo. El periodista que no le pagó, porque todavía quedan periodistas que no pagan por las historias y que viven su profesión. Y entrevistados que no cobran. No todo es Ana Rosa, señor Pérez Reverte; no todo es La Noria. Todavía quedan periodistas que llegan, escuchan y cuentan, así de simple. Con su estilo discutible y absolutamente criticable. Pero íntegro. Periodistas que creen, a pesar de todo, en la función social de los medios de comunicación. Y lo que es aún más grave (según usted): que lo predican y lo enseñan en las facultades. Llámelo ingenuidad, si quiere. No reciben otro pago que el que justamente se ganan con su trabajo. Igual es que, señor Sánchez Reverte, la realidad misma es el más amarillo de los periodismos. Igual es que contar la realidad tiene a veces ese color. Igual es que es muy fácil dar doctrina sin saber de lo que se habla: El entrevistado es un jetas y el periodista un aprovechado. Díjolo Blas, punto redondo. Palabra de Lamprea y Boquerón. Es usted libre de creer lo que quiera, faltaría más. El periodista le agradece, en cualquier caso, su preocupación y le asegura que si este ejercicio escrito "que lo desacredita" -según usted- sirve para que ayuden a Juan Carlos -él también lo hace, dentro de sus posibilidades, que no son gran cosa-, entonces sí se sentirá bien pagado y se irá a dormir tranquilo. Ese periodista le responde al titular de su artículo: No, yo nunca he engañado a Zapatones, he contado su historia para quien quiera leerla. Y seguiré haciéndolo. Continuar los temas que se empiezan es una buena costumbre en la prensa. Tiene usted más oferta en el quiosco si no le place lo que lee. Lo que es fácil, más fácil que hacer una crónica lacrimógena, es hablar de lo que uno no tiene ni idea, predicar desde el púlpito, acusar, señalar -y esconder la mano-. La ignorancia es atrevida. Ese periodista le saluda atentamente y queda a su disposición.
Nacho Mirás.

Nacho Mirás dijo...

Discúlpeme por haberle llamado "Pérez Reverte" en una línea, no era mi intención

LyB dijo...

Estimado señor Mirás: quisiéramos desde esta página agradecerle las molestias tomadas en respondernos, así como los comentarios y aportaciones vertidos en ella, pues aún había lectores que creían que exagerábamos en nuestro artículo. Créanos si decimos que las hemos leído con extremado regocijo. Nos alegra conocer de su mano tantas y tan beneméritas realidades, así como la excelencia personal expresada con una gallardía inalcanzable desde el páramo de nuestro vocabulario (qué le vamos a hacer, cada cual sirve para lo que sirve). Nos congratulamos con usted de todo corazón por el rumbo tomado por Zapatones a pesar de lo que llama nuestra ignorancia y que, para qué engañarnos, hemos preferido que pase y siga pasando por tal ignorancia a convertirla en información que, mire usted por dónde, nos hubiera llevado a emplearla del mismo modo que quisimos criticar. Tal vez porque ignorar lo que el otro ignora, o no, es otra forma de ignorancia. Sin otro particular, aquí tiene su casa.

Anónimo dijo...

Otra persona habitual en el Camino de Santiago que también suele ir vestida a la antigua o medieval usanza es Marcelino Lobato. Su foto está en algún albergue:

+ http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/marcelino-lobato-imagen-del-camino_181760.html

+ http://desnivel.com/cultura/marcelino-lobato-un-loco-de-los-caminos-de-santiago

+ http://elespiritudelchemin.wordpress.com/2011/03/13/la-deuda-economica-y-moral-de-marcelino-lobato-el-peregrino-paseante-con-el-peregrino-el-camino-y-con-acacio-da-paz-y-orietta-prendin-pagina-71/

Anónimo dijo...

Otros peregrinos que, al parecer, caminan con capa:

== Enrique Fontela ==
Creo que es el señor que sale en la foto del albergue del Pilar de Rabanal del Camino. Más info en:
— http://www.peregrinosasantiago.com/foro/read.php?1,43237,43237,printview
— http://www.redsocialperegrinos.com/profiles/blogs/lamento-peregrino

== José Antonio de la Riera ==
— http://www.redsocialperegrinos.com/profiles/blogs/peregrino-de-capa-y-bordon

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