El problema de las evidencias que caen por su propio peso es que a uno le sorprendan debajo mientras pasea. Por este motivo no es descabellado hablar de daltonismo político cuando no se ha querido ver que en materia del denominado ‘perímetro azul’ hay líneas rojas que conviene observar para no pecar de una miopía que por querer poner verde al otro acabemos amarillos cuando lo que se pretendía era terminar morados. Porque para gustos, en esas cositas del urbanismo, colores. Igual ha ocurrido con el caso Emuvissa y su deglución municipal, ese chiringuito que llamaron unos pese a ser una máquina de hacer dinero en palabras de Sánchez Bugallo, quien no explicó sin embargo dónde ha estado esa otra máquina que luego lo ha hecho desaparecer. Lo cierto es que solo el tiempo dará u quitará razones, y últimamente el tiempo anda bastante revuelto en Santiago.
Y mientras Sánchez Bugallo sigue en política a pesar de no haber sido elegido alcalde y medio Concello anda de balcón en balcón contemplando el floramen, quien dicen que hace las veces y a veces hasta las voces del exregidor, Mercedes Rosón, daba cuenta de los acuerdos urbanísticos alcanzado con la concejalía del ramo, todo un alarde de unanimidad que despierta hasta el insomnio la sospecha. Ni una palabra, siquiera biensonante, acerca de la Finca do Espiño, ni una coma ni una mirada atrás sobre tan espiñoso tema. ¿Quedó en agua de borrajas como un café aguado? ¿Surtieron efecto las amenazas impopulares en ese juego de desvelar quién vive en edificios de dudosa legalidad? ¿O acaso la oposición está viviendo su propia burbuja? Silencio. Pero entre tanto silencio nos quedamos por lo dicho por Rosón al afirmar que, tratándose de urbanismo, se hará una “oposición constructiva”. Evidente, constructiva porque es en urbanismo, la lógica llevada a su delicadeza más exquisita. En cuanto al resto, silencio. Negro silencio…para el ciudadano, claro. Silencio negro como esa melena, esa, que es donde se queda a dormir la noche mientras las horas campan a sus anchas por el día. Negra. Como el silencio. Como el café.
No hay comentarios:
Publicar un comentario