Por Ana Ulla
Tal y como esperábamos desde hace dos semanas, hoy se ha
conocido la imputación de Adrián Varela, concejal popular de Deportes en
Santiago, en un nuevo episodio de la Pokémon (si bien era sabido, tanto más
callado por el embargo económico al que la Xunta tiene sometido a los medios
gallegos a cambio de ser avainallados, ni una palabra de más ni un choteo fuera
de tiesto).
A pocos ha extrañado la noticia, cierta regla no escrita auguraba
que Varela iba a ser “el siguiente”, que le tocaba, tal vez por ello su
imputación no ha generado tanto revuelo. Al parecer, al tiempo que agentes de
la autoridad registraban las dependencias del Concello en lo referente a
contrataciones, en Galeras, le entregaban la citación. Todo según el guión, un
guión que…
…un guión que cada vez más ciudadanos empiezan a entrever
con gafas de varias dimensiones. Es lo que en algunos círculos que no se
atreven a dar la cara llaman la Teoría K o Teoría de las Matrioskas en
referencia a las célebres muñecas rusas, en este caso imputados, que se abren
para ‘descubrir’ que en su interior hay otra y luego otra y así.
¿Qué es, para estos analistas silenciados a golpe de amenaza
laboral, la Teoría de las Matrioskas?
Primeramente los autores afirman, para disipar dudas, que la
Teoría no prejuzga la actuación de los imputados, es decir, que si son juzgados
y condenados, allá ellos con sus huesos y sus responsabilidades.
Segundo que, sentado lo anterior, los tiempos de la
actuación pokémica son tan perfectos que parecen preparados de antemano. En
este sentido destacan los analistas dos aspectos: por un lado, los imputados
hasta el momento forman parte de lo que alguna ha llamado ‘familia política’
dentro del partido popular compostelano. Y por otro, como alguien dijo, diríase
que estos imputados vienen corrompidos de casa, antes de incorporarse a sus
puestos, o que la primera decisión que tomaran fuera la de prevaricar ya que,
tirando de calendario, desde que accedieron al cargo hasta el inicio de las
investigaciones judiciales apenas pasó un tiempo, digamos, lógico. Esto además
lo relacionan con el hecho de que las empresas investigadas vinieran trabajando
con los anteriores gobiernos municipales bipartitos sin que haya la más mínima
sombra sobre ellos, recuérdese que ni han sido llamados en aséptica calidad de
testigos, como si a los populares hubiera sido necesario sobornarles para
obtener los contratos.
Dicho lo anterior, quienes sostienen esta teoría señalan dos
puntos básicos para entenderla en todo esplendor:
-Primero, los hechos que han dado lugar a las sucesivas
imputaciones siempre salen del mismo organismo, el encargado de la
contratación. ¿Quién los custodia? ¿Han sido puestos al servicio de alguien/de
alguna causa espuria?
-Segundo, habría personas con acceso a la información que se
suministra que se encargaría de ir dosificándola.
La Conclusión de quienes este asunto plantean es doble: un
movimiento a la sombra de Raxoi pretende sin disimulo acabar con el actual
gobierno municipal, con independencia de su culpabilidad judicial o no. Y,
junto a lo anterior, deben ser personas con intereses políticos, económicos o
incluso personales en la eliminación de los actuales gobernantes quienes marcan
no solo los tiempos sino el control de la información, cuándo y cuál se
proporciona y contra quién va dirigida (recuérdese que por error o exceso de
celo se anunciaron imputaciones por determinados hechos meses antes de que
ocurrieran). O lo que es lo mismo, personas (¿por qué no empresas también?) que
verían con buenos ojos o incluso necesitan tan imperiosa como económicamente que
regrese el anterior bipartito o, al menos, un gobierno popular afín o sumiso a
sus intereses dinerarios.
Y todo ello sin olvidar, dicen, las filiaciones
político-judiciales que bullen en la ciudad de las murallas, como si las
rencillas de familia que se dirimen en los despachos de la Xunta trajeran como
resultado una buena cosecha de cabezas, aun del mismo partido, rebanadas.
O lo que es lo mismo, según esta Teoría se habría organizado
un entramado de suministro/selección de la información, con el concurso de
personal técnico/político del Concello para acabar con el actual gobierno
municipal en pos de un cambio de color político sin más, desligitimando el
resultado de las urnas, o con vistas a restaurar
un gobierno afín o sumiso a intereses económicos (¿quién sustituiría a Currás….?),
entramado en el que se aunarían integrantes de varios colores políticos, unos
por interés electoralista y otros, desde dentro del propio Pp, con anhelos de
destruir primero y alzarse sobre esas raíces después como redentores, ya sea
como mesías políticos, ya como empresarios si la política aún se les resiste.
La última muñeca del célebre souvenir ruso.
Esta la cuestión.
¿Qué opina usted acerca de esta singular Teoría?
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