Y
habló Baltar, en el nombre del hijo, y dijo, el hijo de Baltar padre, que no
debería haber excepciones en el caso de los imputados del Concello de Santiago.
Hablaba, claro, de códigos y de ética, y dicen que al decir ética sufrió un
esguince en la lengua y otro en la vergüenza. Pero eso son solo rumores.
Porque,
¿alguien puede pensar que estaríamos hablando de excepciones que se convierten
en norma si sumamos todo lo acontecido en Ourense? Sería un problema de padre y
muy señor suyo.
Porque hasta de Baltar, hijo, se hablaba en las reuniones en las que se trataba de hacer escapar a unos concejales enviando al fuego mediático a otros. ¿Lo recordamos?:
Esas
reuniones en las que para ‘salvar’ el partido de unos se entregaba al
canibalismo de la ciudadanía a otros….
Cosas
del dicente……
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