Suele ocurrir que, como en las malas películas, los
pistoletazos de salida dejen heridos de bala. Hoy es uno de esos días, ya
tarde, casi noche a medio cerrar, en que se pone en marcha la puesta de corto
de las candidaturas a las primarias socialistas en Santiago, un acto que
promete entremezclar actuaciones de taumaturgos, baños de espumosas multitudes
que precisan lavarse, muchos parabienes y pocos paraqués.
Como quien oye
diluviar o llover café en los campos, allá queden los pisos pateras, las ridículas
concentraciones galéricas o los agasallos navideños porque allí, como una primavera
rubeniana aparecerá prístina y radiante para clamar “aquí estoy porque me han
dicho que diga que aquí estoy, así que aquí estoy”. Y el Araguaney rugirá, ya
podemos oírlo, porque de agradecidos es ser bien nacidos y nacidas como los gozos
y las gazas en puentes de plata y cultura. Y se obrarán los milagros que ya
vimos, los afiliados que se multiplican como gremlins rociados con agua maldita
uno, dos, diez, cincuenta en un mismo saloncito milagro, milagro, y todos
rugirán porque un nuevo tiempo es llegado y los milagros, como las exposiciones,
las inauguraciones, las muestras, los conciertos y concertinas y plazas para todos
impartir cursos universitarios surgirán como los panes y los peces milagro,
milagro, y todos rugirán ¡alcaldesa, alcaldesa! Y no habrá aparato del partido
ni comisión de investigación de pisos patera capaz de acallar a la multitud de
los agradecidos, que si callan gritarán las piedras y las tapitas de diseño.
Porque hoy es el día del que nacerán todos los días, el día
en que no se pondrá el sol y la luna, en su despertar, esparcirá su manto de polvo
de plata sobre los proyectos colectivos, esa cosa, y se oirá rugir de nuevo y
los proyectocoletivantes se frotarán las patitas mientras otros se frotarán las
manos entre movimiento y movimiento de hilo aguantando la risa al ver aquel
retablo de los milagros y a su público alabando, con lágrimas de platino iridiado en los ojos, el traje
nuevo de la emperatriz.
La hora es llegada y las mesnadas socialistas compostelanas
han de elegir entre La Familia y la Cultura, entre un Padrino y una
Representante Artística. Que ya lo dijo la dimitida investigadora de los pisos
pateras para sosiego del impersonal, no es cierto que ella hiciera trampas o
engañara a los ciudadanos, que lo hicieron los dos, no mucho, ‘lo normal’
porque al parecer es normal, que no se explica tanto revuelo ni filtraciones
desinteresadas.
Allí estaremos, ¡poor supuesto que no faltaremos!, no queremos perdernos
el traje nuevo de la emperatriz. Ni ver qué bolso lleva…
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