Escuchar hablar a Anxo Quintana de economía y acordarnos del producto interior bruto es todo uno. Será por aquello de las cuentas de la vieja ya que el retraso electoral va a permitir que los pensionistas no contributivos tengan para un café más a la semana, y ello gracias a esa lucha sorda por hacerse con el voto de aquellos mayores que con tanto esmero apacentara otrora Fraga. Y aunque se barruntan nubarrones económicos, el presidente Touriño afirma una y otra vez que Galicia está más que preparada para afrontar la crisis que pueda venir, y mucho nos tememos que seguirá repitiéndolo mientras nadie le pregunte el por qué. Para ello hay que apoyar a las familias, dice, porque las políticas sociales son irrenunciables en tiempos duros. Es cierto, la familia que cobra unida el paro permanece unida.
Mientras, el anuncio hecho por algunas administraciones públicas de apretarse el cinturón ha provocado que más de uno se ponga tirante. Son las recetas de siempre, apretar el cinturón primero y los dientes después, aguantar, olvidando que al final lo que se acaban apretando son los cuellos. Pero más se perdió en Cuba y volvieron cantando, como suele decirse, y brindando con mojitos.
José María Sánchez Reverte
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