Un año más, la primavera, esa, ha venido y aunque nadie sabe como ha sido, lo sospechamos. Da igual que cerremos puertas y ventanas y boca, que acaba por llegar, cerrando en cajas de precintar al invierno y aupándonos un poco más al verano, ese deseo. Llega con puntualidad suiza y consecuencias irakíes, de golpe, del todo, eterna hasta que se acaba como los buenos besos y los malos amantes, llega la primavera alterándonos la sangre ya caliente de por sí hasta hacerla hervir a unos y ponerla a punto de nieve a otras, que todo es sangre y sin sangre nada somos.
Atrás quedaron la primavera de Vivaldi y la de Praga, que a todo lo que comienza con brisa de esperanza se le llama primaveral agás al Corte Inglés pero eso es porque vende a crédito, y llega a Galicia como se cuecen los mejillones, rápidos y entre pompas.
Bullen las venas, hasta las más distraídas, y los ojos se llenan de prados amarillos y césped por pisar, de mosquitos y polen, de nuevas risas y antiguos anhelos de todo. La primavera que es anuncio y es recompensa.
En esta día de en que se corta la cinta inaugural de la estación el socialista Pachi Vázquez presenta su candidatura al socialismo gallego, Beirás da una vuelta de tuerca más a la maquinaria de jabón del Bloque y en el PP aún andan sacando papelitos del sombrero a ver de qué manera reparten los puestos entre tantos novios que se le salieron en una horas a la golosa victoria. Todos parecen florecitas del campo, unos auténticos capullos.
Volvemos a llegar en tren a esta estación con su calidez de abrazo y su luz de modorra, sus tardes de Parnaso y las noches de Ovidio. Y tú, sí TÚ, no das señales de vida para mi muerte.
Atrás quedaron la primavera de Vivaldi y la de Praga, que a todo lo que comienza con brisa de esperanza se le llama primaveral agás al Corte Inglés pero eso es porque vende a crédito, y llega a Galicia como se cuecen los mejillones, rápidos y entre pompas.
Bullen las venas, hasta las más distraídas, y los ojos se llenan de prados amarillos y césped por pisar, de mosquitos y polen, de nuevas risas y antiguos anhelos de todo. La primavera que es anuncio y es recompensa.
En esta día de en que se corta la cinta inaugural de la estación el socialista Pachi Vázquez presenta su candidatura al socialismo gallego, Beirás da una vuelta de tuerca más a la maquinaria de jabón del Bloque y en el PP aún andan sacando papelitos del sombrero a ver de qué manera reparten los puestos entre tantos novios que se le salieron en una horas a la golosa victoria. Todos parecen florecitas del campo, unos auténticos capullos.
Volvemos a llegar en tren a esta estación con su calidez de abrazo y su luz de modorra, sus tardes de Parnaso y las noches de Ovidio. Y tú, sí TÚ, no das señales de vida para mi muerte.
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