Puede que en la boca de Xosé Manuel Iglesias ya no quepan más moscas. Y es que el edil del BNG en el concello de Santiago afirmó hace unos días que la actual legislatura municipal ya está “justificada”, sí, justificada, por más que aún andemos por su ecuador, que a fin de cuentas no deja de ser una línea imaginaria, como el concepto ‘gestión’. Todo eso para que se enteren los que andan por ahí criticando la gestión municipal, esos aguafiestas sin nada peor que hacer, pues que sepan que todo está justificado y bien justificado.
Lo dijo en televisión, en el canal de ese otro periódico gratuito de Santiago que se regala con El Mundo, y lo hizo refiriéndose a las inversiones del Plan E, el de los carteles, el de la reactivación económica. Dieciséis millones de euros que llegaron de Madrid para abrir en canal varias calles de la ciudad al estilo Sarajevo en una cesárea urbana de necesario reacondicionamiento y todo eso. Un lujo por más molestias que pueda causarnos pero que nos ha servido para cumplir de un plumazo con las expectativas de gobierno bipartito. Poco importa que ese dinero se haya dado a todos los ayuntamientos de España sin distinción, porque ninguno de ellos parece haberlo optimizado tanto como el de Compostela.
Así que ya todo acabó, la legislatura está cumplida en sus objetivos, “justificada”, afirmó el nacionalista con el asentimiento de Álvarez-Santullano, esa gran estadista, que ni pestañeó al escuchar las palabras de su contertulio. Ya saben, tú me das el cargo y yo te dejo largar por esa boquita. Pero entonces, ¿qué va hacer el Concello durante estos dos años que aún quedan de gobierno municipal? Misterio…pero cuidado con quejarse a partir de ahora, no vaya usted a ser un desestabilizador. Las quejas déjelas para el próximo Concello, este ya ha cumplido.
Lo único que parece cierto es que si el señor Iglesias sigue hablando como lo está haciendo últimamente tendremos que pedir un préstamo para comprar el pan.
Lo dijo en televisión, en el canal de ese otro periódico gratuito de Santiago que se regala con El Mundo, y lo hizo refiriéndose a las inversiones del Plan E, el de los carteles, el de la reactivación económica. Dieciséis millones de euros que llegaron de Madrid para abrir en canal varias calles de la ciudad al estilo Sarajevo en una cesárea urbana de necesario reacondicionamiento y todo eso. Un lujo por más molestias que pueda causarnos pero que nos ha servido para cumplir de un plumazo con las expectativas de gobierno bipartito. Poco importa que ese dinero se haya dado a todos los ayuntamientos de España sin distinción, porque ninguno de ellos parece haberlo optimizado tanto como el de Compostela.
Así que ya todo acabó, la legislatura está cumplida en sus objetivos, “justificada”, afirmó el nacionalista con el asentimiento de Álvarez-Santullano, esa gran estadista, que ni pestañeó al escuchar las palabras de su contertulio. Ya saben, tú me das el cargo y yo te dejo largar por esa boquita. Pero entonces, ¿qué va hacer el Concello durante estos dos años que aún quedan de gobierno municipal? Misterio…pero cuidado con quejarse a partir de ahora, no vaya usted a ser un desestabilizador. Las quejas déjelas para el próximo Concello, este ya ha cumplido.
Lo único que parece cierto es que si el señor Iglesias sigue hablando como lo está haciendo últimamente tendremos que pedir un préstamo para comprar el pan.
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