Gastroenteritis Mental Transitoria (Y Van....)

La relación existente entre economía, salud y alimentación no está todavía lo suficientemente estudiada. Porque cuando alguien habla de subir impuestos, por ejemplo, está comprobado que a algunos les baja la tensión, a otros les sube la bilirrubina, a algunos se les pone mala la leche y a otros se les hace la boca agua. Algo así ocurrió cuando ayer, más o menos consciente de estas relaciones, el Fomentador José Blanco nombró a la bicha, por más que algo después tratara de rectificar, pero no debemos engañarnos porque rectificar es de sabios. Lo difícil es en este caso decirlo por primera vez, a ver quien le pone este gato al cascabel, y lo cierto es que ya se ha dicho, ‘hay que subir impuestos’ a los ricos porque, a falta de ideas habrá que echar mano de los sentimientos. Afirmó a posteriori el ministro que se trataba solo de “una reflexión personal”, pero para entonces más de uno había acudido al árbol genealógico del lucense para abonarlo desde su base al tiempo que lo regaba, como los perritos, levantado la patita.
Porque es cierto que anuncios como este son tan poderosa y efectivamente intuitivos que a falta de informes económicos de esos que se hacen en un par de tardes, pareciera que tienen hasta justificación real, algo tan de izquierdas cuando hasta los números se vuelven rojos. Trabajo no habrá pero ¿se imagina que el paro que cobre usted y sus hijos y sus nietos salga de lo que gana Cristiano Ronaldo? No me negará que sería la leche, eh? Solo las genialidades son capaces de urdir algo así y cuando se vean los resultados, la última será la que mejor ría. La de Arousa.