Apareció, sí, apareció el Códice. Ya lo anunció la parapsicóloga que da las exclusivas a CorreoTV, aunque haya sido con unos tres meses de retraso que no le tendremos en cuenta por las carcajadas a cuatro manos que tiene a bien regalarnos de vez en cuando. Apareció de la manera más chusca, del modo más gallego, en un alpendre urbano, en uno de esos garajes de los de cajas de melocotones y bicicletas para el verano que nunca llega. Una buena noticia en cualquier caso que serán dos gracias a que no tendremos que soportar nuevas novelas sobre el tema, ni conjeturas, ni abduciones de marcianos. La cutrez ha superado a la ficción y esta a la realidad. Una venganza personal, dicen; pues olé sus huevos, decimos. Bien hecho, bravo por el electricista y que le quiten lo cortocircuitado. El crimen perfecto, el pasional, el que descubre a la sociedad lo tonta que es y la necesidad que tiene de seguir siéndolo. Así se hace, con dos amperios. De patrimonio de todas las humanidades a convertirse en visita de las cucarachas no hay más que un paso, y este hombre lo dio. Pedimos un monumento para este ladrón o, mejor aún, que le nombren director fundador de cualquier cosa, o consejero delegado de nuestras ruinas. Bravo por el caco y sus co’ones, bravo por saber reírse de todos empezando por él mismo, bravo.
Apareció el Códice y con él volvemos a tener derecho a ignorarlo, a pasar de él, a olvidarnos de que existe. Porque pasado el susto queremos que este hombre, al que un buen día se le cruzaron los malos cables, tenga su reconocimiento. Loa al príncipe de los gamberros, al general de las manos largas, al zar del melollevo, al patriarca del astracán. Del robo del siglo, de todos ellos, al trinque de la urraca. Un genio. Robar por cabreo, eso sí es de maestros y no lo de las preferentes.
NOTA IMPORTANTE (aunque tontuna): Medios y algún decano de letrados siguen dándole a que si fue hurto o robo. Lo de los medios es tan triste como comprensible por lo habitual de cortar y repetir. Pero que un decano ignore (¡) u olvide que “fuerza en las cosas” es también manipular los sistemas de seguridad, de alarma o vigilancia, o el uso fraudulento de llaves sustraídas o duplicadas…manda togas (no lo decimos nosotros sino ese otro librito, el código penal, ¿les suena?). Por no decir de la especialidad del delito por el objeto… Menos ir a teles y más estudiar.
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