Publicado en SANTIAGOSIETE el 27 de Junio de 2008
La reciente condena a Jiménez Losantos ha sido la segunda noticia más justa que hemos conocido en los últimos días. La primera son las propias palabras del periodista por las que ha resultado condenado. Y es que hace bien la COPE en defender la libertad de expresión siempre que no la confunda, como hizo en Santiago, con libertad de expulsión, como cuando de forma ridícula echó a una trabajadora por entender, adelantándose proféticamente a la ministra Bibiana, que prefería una miembra a un miembro. Ocurre que en el proceloso campo de las opiniones tal vez sea preferible, aunque no lo deseable, excederse y ser reprendido que tener miedo de los poderosos a expresar las propias ideas. Puede que desde El Jueves ya estén convocando concentraciones en defensa del condenado, porque quedarían como príncipes.
Mientras, y ya en casa, un grupo de “nacionalistapitecus” arremetía contra la presidenta de la asociación Galicia Bilingüe, sin querella previa ni juicio posterior, y por faltar faltó hasta la condena firme de una clase política sin recursos. En su obcecación la amenazaron y conminaron a abandonar esta tierra sin alcanzar a comprender en su estulticia que, si le queman el coche, ya dirán cómo puede marcharse.
Mientras, y ya en casa, un grupo de “nacionalistapitecus” arremetía contra la presidenta de la asociación Galicia Bilingüe, sin querella previa ni juicio posterior, y por faltar faltó hasta la condena firme de una clase política sin recursos. En su obcecación la amenazaron y conminaron a abandonar esta tierra sin alcanzar a comprender en su estulticia que, si le queman el coche, ya dirán cómo puede marcharse.
José María Sánchez Reverte
1 comentario:
La sentencia contra Don Federico, recurrida en apelación
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