Flora Y Fauna Gallega (XVI): Teresa Portela

Teresa Portela es esa Aracnae que va tejiendo sobre el agua a golpe de pala puntadas con hilo de oro de olas domadas con manos remachadas, es la mujer rubia Midas, una sirena de piernas que ansiara cualquiera guardar entre sus brazos, torpe entre mesas y despachos en un navegar en que es el mundo quien le da la vuelta a ella cada vez que atraca su lanzadera en el telar de la sábana de plata que es el mar nuestro de cada día, rotunda como un acantilado, fuerte y suave como arena de playa entre los dedos que cuentan sus idas y nunca sus venidas, aroma atlántico recogido en una coleta donde zambullirnos en el reflejo del agua narcísea por la que ha pasado como por una acuarela sin pinceles, pluma de cormorán con la que rubricar patentes de corsos que asaltan el reflejo que hay en el cielo de esa luna que bajó un día hasta el océano a descansarse entre pecios y el tesoros del orgullo de haber visto alguna vez su sonrisa.
Y es al fin Teresa mujer de boj, épica de fuerza de guiño de la oscuridad de los días de esfuerzo entre diques y diretes, el seguir buscando un faro en sus ojos atados como un Ulises a este mástil con sogas sin nudo esperando a que llegue a esta rada para pedirnos que nos bajemos la marea.