La cabra, en Conxo, es mitología con patatas, es allí donde se puede mojar pan en la historia desde que Santiago quiso unirse a ella more uxorio y con pimentón. En Conxo ya no hay banquetes pero en sus banquitos sus gentes rinden homenajes a los homenajes y desde cerca vienen vara en mando a rendir pleitesía porque las cuentas, en verdad, ya se rindieron hace mucho y sin condiciones y en servilletas blancas con manchas de aceite y bordados de Rosalía, Condal, Aguirre o Murgía y tantos otros en un libro dentro de otro libro.
La cabra, en Conxo, es una constelación que se baja a pastar por la escalera de Jacob a la carballeira preto a su monasterio cuando nadie la mira, la sencillez que se deja acariciar por la mano incurable y sin razón, ese animal que nos mira confiado y amistoso desde sus ojos de iris puesto en pie, verticales como un aserto, .
La cabra, en Conxo, hace ya mucho que no viene en tren a su estación ni campa como aquellos ejércitos que desbaratara el ingenioso hidalgo, la cabra que es animal de dos ubres y vive donde un día suspiraron las de las mercedes que se mojaban los pies en vino, que era cuando Conxo era Conjo y Santiago solo una misa votiva.
Cuando llega la noche el cielo de Conxo se estrella con las migas de los manteles que las mujeres sacuden al aire.
La cabra, en Conxo, es una constelación que se baja a pastar por la escalera de Jacob a la carballeira preto a su monasterio cuando nadie la mira, la sencillez que se deja acariciar por la mano incurable y sin razón, ese animal que nos mira confiado y amistoso desde sus ojos de iris puesto en pie, verticales como un aserto, .
La cabra, en Conxo, hace ya mucho que no viene en tren a su estación ni campa como aquellos ejércitos que desbaratara el ingenioso hidalgo, la cabra que es animal de dos ubres y vive donde un día suspiraron las de las mercedes que se mojaban los pies en vino, que era cuando Conxo era Conjo y Santiago solo una misa votiva.
Cuando llega la noche el cielo de Conxo se estrella con las migas de los manteles que las mujeres sacuden al aire.
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