Lo peor del asunto del alcohol en la calle es cuando se aplica lo del café para todos. Es lo que al parecer ha ocurrido con los locales de San Paio de Antealtares, la Carrilana y Século IX y las multas on the rocks que les han servido en bandeja. Hay quien malévolamente había considerado que para los funcionarios el trabajar más horas de las establecidas es una pena, es decir, punible, pero en realidad se ha debido al incumplimiento de cierta ordenanza municipal relativa a la ocupación por mesas de la vía pública. Porque estos locales, a diferencia de los jóvenes que se matriculan en primero de botellón, no pueden moverse y a los supercicutas encargados de trasladarles las sanciones les resulta mucho más fácil dar con ellos que no andar correteando por la Alameda y aledaños haciendo como que hacen, porque estos no son una prensa fácil.Pues sobre medio millón de pesetas de las de ahora que van al erario público por aquello del horario privado, y el único consuelo que les queda a estos locales es que, si su expediente se tramita en el negociado adecuado, aún pueden tardar diez años en comenzar a exigírseles el pago.
Publicado en SANTIAGOSIETE el 11 de Septiembre de 2009.
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