Editoriales para la reflexión |
A lo largo de tan húmeda jornada llamó la atención que El
Correo Gallego no mencionara el engorroso asunto de las presiones a Rebeca
Domínguez para que firmara lo infirmable, extraño silencio apenas compensado
por el de otros respecto al infame informe de la auditoría. Hoy sabemos algo
más: no se mencionó porque la filtración es un intento, otro más, de la
dirección del Pp coruñés para controlar Santiago, dice El Correo en su
editorial.
Señoras, señores, la pólvora ha sido descubierta.
Señoras, señores, la pólvora ha sido descubierta.
Tan encendida defensa obvia dos realidades, la imputación y
la veracidad del episodio filtrado, poniendo en solfa la credibilidad del único
periódico de Compostela, y que con tan caballerosa actitud de salvaguardar la
autonomía política popular compostelana en esa guerra, incumple la única misión
que le da sentido: informar. Puede tener razón El Correo e incluso estar en lo
cierto, pero olvida que es un medio de comunicación y esa dejación de funciones
se hace imperdonable deslegitimando cuanto pretenda defender. Compartimos su
parecer respecto al termitaje que sufre el Concello por parte de quienes no
teniendo capacidad para acceder a su poder legítimamente lo intentan desde el
envenenamiento, ya sea desde Coruña, ya sea desde mucho más cerca, ya sea a
través de tentáculos de la Xunta ya sea…en fin. Compartimos esa crítica, en
efecto, no por interés partidista que no lo tenemos, sino porque quienes así
actúan se encargarán, el día de mañana, de gobernarnos, y sus métodos rastreros
y mafiosos no pueden aventurarnos nada bueno. Ahora bien, si los populares
compostelanos no son capaces ellos solos de defenderse, de desenmascarar o
repudiar a esas termitas, sus prácticas, sus medios y sus corifeos, entonces
habría que pensar que el Pp compostelano no merece existir, ni mucho menos
tener responsabilidad de gobierno.
Denunciamos (seguimos haciéndolo en realidad) las prácticas
de guerra de guarrillas que se práctica con panfletos desde la propia sede del
Pp en pos de una regeneración de quienes en realidad solo piensan en clave de
negocio y no de ciudad, y las prácticas de quienes quieren a un comisario
político de la Xunta en Santiago. Lo denunciamos porque creemos que no es bueno
para Compostela. Así de simple, sin doblez. Pero provoca vergüenza leer una y
otra vez editoriales como la de El Correo (no es el único medio que lo hace,
tan solo el último conocido) que, para practicar una defensa que desconocemos
si es de Compostela o solo de algunos de sus vecinos, es capaz de renunciar a
su razón de ser: informar con objetividad por un provecho político o económico.
Esta actitud, mucho nos tememos, acabará transformando el periódico en una hoja
parroquial al servicio de fulano o mengano que solo provoca vergüenza y risas a
partes iguales. Ya lo hemos vivido antes.
¿Hasta ese punto hay que agradecer los cien mil euros
entregados a dedo por el Concello?
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1 comentario:
No hombre no, los valores y los principios se defienden en las barricadas.
El compromiso y la lealtad no atienden a cálculos y conveniencias.
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