Para hablar una vez más de los amigos de la Normalización Lingüística, más que de Mesa mejor sería decir Diván, de aquellos de psiquiatra de toda la vida, y es que nadie como los de la Mesa saben meter la pata.
Inasequibles al ridículo vuelven a reclamar más subvenciones a la Xunta en favor de aquellos comerciantes que empleen el gallego en sus vidas y desasosiegos económicos, nada más loable de no ser porque eso supondría quitárselas a quienes, por las razones que sean, decidan no emplearlo, siendo un dinero que, mire usted por dónde, también sale de la caja registradora cada vez más inane del castellano parlante. Y del alemán. Y del inglés que apuesta por instalarse entre nosotros.
Estas iniciativas se presentan además en un tiempo de doble crisis ya que por un lado no andamos muy sobrados de dinero como para atender las ocurrencias paridas en las largas noches de ocio y orujo de los miembros de la Mesa; y, más aún, cuando son presentadas en época muy cercana a la visita siempre engorrosa de unas elecciones autonómicas que ya tenemos a la vuelta de la esquina, momento este en que semejantes presiones políticas suelen ser muy sensibles cuando de un puñado de votos o un amancebamiento electoral se trata.
Lo cierto es que ya nos enseñaban desde Barrio Sésamo que el comerciante casi por definición tiende a la obtención de beneficios, y ello hasta el punto nada improbable de que si tuviera que dirigir su negocio en uzbeco sin duda que lo haría, el hambre de sus hijos o el gasoil del yate le obligarían a ello, pues no es cosa distinta a lo que hace la Mesa cuando de subvenciones públicas se trata,
Qué duda cabe que el comerciante que deje escapar un euro solo por atender los cantos de sirena del redentorismo galleguizante tendrá mucha honra y aplausos, pero nadie podrá decir que sea un buen comerciante. Y sin embargo es igualmente cierto que podemos contemplar a la luz de estos lunáticos otro supuesto, el del comerciante que sencillamente se compra por ese dinero a mayor honra de la Mesa, y nadie sería tampoco capaz de discutirle a este señor el beneficio obtenido para sus arcas por más arcadas que pueda provocar en algunos, y sin embargo ¿qué pensarán en la Mesa de quienes solo se abren a ellos por dinero? Bueno claro, esto se responde solo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario