Aún queda una última oportunidad para que no nos suban impuestos y tasas en Santiago, pero no creemos que los Reyes Magos nos atiendan esta petición. Ocurre con estas subidas, como con el colesterol, que las hay buenas y malas, ya que muchos pequeños comercios no tendrán que soportarlas el próximo año, los mismos que van a verse obligados a cerrar sus negocios por la crisis. Así que para evitar esta agonía económica se han convocado unas jornadas de huelga en el comercio que más que tener un carácter justiciero van a funcionar como eutanasia mercantil, la puntilla a más de un establecimiento. Estas anunciadas huelgas, en Nochebuena y vísperas de Reyes, sacarán a las rúas alegres piquetes informativos rebosantes de información y henchidos de perfumadas reivindicaciones para celebrar todos juntos una inolvidable jornada de puertas cerradas, con una consumición de regalo en la subvencionada Nasa después. No estaría mal que los comerciantes formaran a su vez sus propios piquetes para que informen a los huelguistas, y frente a los pasquines de unos les muestren los balances de los otros.
Hay veces que parece que estos señores de los sindicatos vivieran en mundos paralelos. O para listillos, quién sabe.
Hay veces que parece que estos señores de los sindicatos vivieran en mundos paralelos. O para listillos, quién sabe.
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