Ana Ulla.- Andaba
una discurriendo cómo sólo quien es muy rico puede afirmar con fundamento que
el dinero no lo es todo, sólo quien es (muy) hermosa puede anunciar sin
fundamento productos de belleza en televisión que no necesita. Con estas ideas
en la cabeza presenciamos ayer al encuentro poligonal de VTelevisión en el que
iba a discutirse la situación política de Santiago, un asalto tertuliano con la
presencia de lo menos granado del panorama político local. Del programa sacamos
dos ideas claras, la primera, que solo si cuidamos y conservamos la memoria evitaremos
repetir los errores, y de la segunda ya no me acuerdo.
Xabier Ron (AGE), María Pardo (Pp), Francisco Reyes (PSdG), Rubén Cela (BNG), Fernanda Tabarés (s/l) y el periodista Xurxo Melchor.
Todo y todos muy interesantes, casi “ideal”, y como en las antiguas tiendas de
fotografía cada cual fue a revelar su rollo mientras Cristiano marcaba. Eso sí,
si cuenta usted verá que son cuatro rollos contra uno. Cosas de la aritmética
para mayor satisfacción de los acérrimos de cada cual, interesantísimo discurrir
para unos, indignante para otros, lo de siempre para quienes lo vieron. Pero
hubo algo, algo que, en fin, algo distinto, una sensación n e ambiente, algo
que podríamos llamar… ¿un arrebato atávico de testosterona? porque, ¿vio usted el
latigazo de belleza que desplegó la portavoz popular? Asombroso.
Lo cierto es que hicieron falta cuatro hombres y una
presentadora para (a)callar a María Pardo, sofocarla hasta romperle la voz como
se estrellan los arroyos cristalinos contra las piedras, en mil brillantes, ¿hablamos
de Montebalsa?, murmullos, todos a la vez, nada, no ¿hablamos de Finca do
Espiño?, voces, gestos taberneros, risotadas, nada, no ¿hablamos de las
bicondonaciones a Layetana?, burlas, compadreos, nada, no. Y así hasta que
cuando le quedaba un minuto de tiempo, la presentadora Tabarés lo empleó en
advertirle que le quedaba un minuto, logrando que pasara el minuto con tanta
advertencia. Y nada, que no se la pudo escuchar sobre esos temas, qué le vamos
a hacer. Tal vez fuera lo mejor incluso para ella y su partido, pero lo cierto
es que no se la dejó hablar de aquello por más que apuntara cosas que juraba
que prometían. Nada, los murmullos de tasca, los desplantes de camaradas y los
¡venga ya con eso…! lo impidieron. Democráticamente, claro, porque eran
mayoría, pero bien jodida siquiera por descortesía o educación. Vencieron el
debate, más por ok que por ko, pero esa es otra historia porque visto lo visto
¿es cierto que La Voz le está haciendo el trabajo sucio a Feijóo en Santiago?
Así que tras digerir esas ideas me quedé con la duda de si
es del todo cierta la frase “la mujer bonita
es la que lucha” o, como vemos en tantas ocasiones, se refiere únicamente
a las que lo hacen ‘sólo en lo que nos
parece bien’. Duda metódica.
2 comentarios:
El trabajo se lo hacen al Azud.
"¿es cierto que La Voz le está haciendo el trabajo sucio a Feijóo en Santiago?"
Pero, ¿No quedamos en que te habías olvidado de la segunda idea?
Publicar un comentario