Por Picheleira
El silencio sepulcral y telúrico de los único medios independiente de Galicia pagados por Comspotela Aberta, junto con los prolíficos muros de la ‘unidad popular’ rampante, han hecho sospechar a más de uno. Se trataba de un empleado deAGE, se ha dicho, una especie de administrativo de los de
hacer fotocopias y llevar cafés. Pero el silencio tiene que en seguida se llena
de eco y el caso de Ramiro se está mostrando como algo más que un caso aislado
e individualizable. Y pronto, en horas, fueron conociéndose más detalles. El caso de
Ramiro ya fue denunciado hace siete años por compañeros suyos de Ferrol,
compañeros que fueron expulsados por este motivo al tiempo que la responsable
echaba tierra calcárea, viva, sobre el asunto aduciendo que ‘alguien’ quería
enfangar el nombre del partido, Izquierda Unida - EU, en Galicia. Yolanda Díaz, naturalmente, era esa jefa, esa responsable partidista.
Y es que Ramiro fue candidato a la alcaldía de
Santiago por ese partido antes de cederle el postulado a un Xabier Ron que por
ahí andará ahora, y fue además el número diez de EU al Parlamento de Galicia en
las elecciones de 2009. Luego, bajo su manto protector, acabó en la sede del
Hórreo como asesor de la coalición AGE a sabiendas de su infrahistoria, tanto
que hay en AGE quien la califica de encubridora. Pero nadie encubre, de ser
cierto, a cambio de nada. ¿Qué callaría Ramiro para ser perdonado por la
dirección de Yolanda? ¿La paz electoral?
Hoy, sabidos de momento estos extremos, el silencio oficial de
AGE, las Mareas o incluso Compostela Aberta, conformada por el partido que
encuadraba hasta anteayer a Ramiro, las preguntas siguen en el aire. Ramiro
utilizaba recursos públicos, instalaciones y material de todos los gallegos
para sus desvaríos. Tal vez AGE, para la que el dinero público es sagrado por
ser su única fe verdadera, debería haber dicho algo. Resulta imposible creer que con sus antecedentes
personales tan bien conocidos dentro del partido, haya ido medrando en la
carrera política hasta acabar siendo asesor en el Parlamento. ¿Quién lo
protegía y a cambio de qué? ¿Yolanda Díaz? ¿La misma que calló ante Beiras los
antecedentes del ahora imputado por consumir y distribuir material pornográfico
infantil? ¿O acaso ella lo dijo pero Beiras y compañía no le dieron mayor
importancia dado el momento histórico de transformación política y social que vivimos? La falta de explicaciones en este caso nos obliga a plantearnos la
duda. Porque, insistimos, no es un hecho aislado sino que ya fue denunciado
hace siete años, con el resultado de liquidar a los denunciantes. ¿Por qué? ¿A
cambio de algo?
Mientras no haya una explicación plausible, la duda sobre la
connivencia de AGE y demás partidos de Marea con los pornógrafos infantiles a cambio de un rédito
político, ahí seguirán. No podrá argüirse en este caso, como ocurrió con
Compostela Aberta y los machistas y xenófobos tweets de Rafael Peña que 'es cosa
de la libertad de expresión'. Mientras no haya respuestas coherentes estarán
salpicados por la complicidad a que obliga la duda. Y la corrupción moral de
Ramiro les salpica.
Si Beiras habla ahora de ‘cordón sanitario’, ¿conocía, o no,
los antecedentes de Ramiro antes de tenerlo a su lado? Si no los conocía era
porque Yolanda Díaz le engañó, que ya va bien servido. Y si los conocía, para
qué seguir hablando del tema. Lo único cierto es que la ciudadanía lo ignora. Y
desde AGE se alimenta esa ignorancia. Preguntarse las razones resulta obligado.
Tal vez Beiras quería decir que la asquerosidad de Ramiro no
era cosa de Anova, o de él mismo. Pero AGE no es solo él, sino también
Izquierda Unida con Yolanda Díaz al frente. Y en Marea son todos ellos. Si le
consiente compartir ronquidos en el Parlamento a su lado, él sabrá porque.
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