"Para todo hay un motivo" es la conclusión más acertada en este teatro de las ilusiones. Siempre hemos recomendado la lectura de Ex-Voz por su rigor y seriedad, y con independencia de sus opiniones. Y seguiremos haciéndolo. No obstante, en el artículo destacado en el comentario anterior hay dos puntos que, considero, flaquean debilitando ese rigor hasta hacerlo discutible. Primero, parte de la base de una determinada voluntad del funcionario que redactó el informe, es decir, de qué fue lo que en realidad hizo y/o pretendió hacer. Dado que partimos de una filtración y, por tanto, es información interesada, afirmar con rotundidad qué fue lo que el funcionario quiso hacer es, cuanto menos, arriesgado, temerario. Pudo ser esa su voluntad, pero también puede que no, y al no saberlo... En segundo lugar, a partir de esa interpretación se esbozan argumentos jurídicos, bien fundamentados pero que, al partir de esa base solo posible, no cierta en sentido estricto, su valor se relativiza. Insistimos, al tener como única información aquella filtración, interesada por definición, no podemos hacer juicio de valor definitivos sobre la voluntad del funcionario ni sobre la calificación jurídica del "retoque" del informe. Parece poca cosa, pero mirado en su conjunto esta apreciación tiene un calado considerable. A.U.
3 comentarios:
http://ex-voz.blogspot.com.es/2013/01/la-voz-interviene-para-crear-escandalo.html
Para todo hay un motivo, ¿quién lo descubrirá?
"Para todo hay un motivo" es la conclusión más acertada en este teatro de las ilusiones.
Siempre hemos recomendado la lectura de Ex-Voz por su rigor y seriedad, y con independencia de sus opiniones. Y seguiremos haciéndolo. No obstante, en el artículo destacado en el comentario anterior hay dos puntos que, considero, flaquean debilitando ese rigor hasta hacerlo discutible.
Primero, parte de la base de una determinada voluntad del funcionario que redactó el informe, es decir, de qué fue lo que en realidad hizo y/o pretendió hacer. Dado que partimos de una filtración y, por tanto, es información interesada, afirmar con rotundidad qué fue lo que el funcionario quiso hacer es, cuanto menos, arriesgado, temerario. Pudo ser esa su voluntad, pero también puede que no, y al no saberlo...
En segundo lugar, a partir de esa interpretación se esbozan argumentos jurídicos, bien fundamentados pero que, al partir de esa base solo posible, no cierta en sentido estricto, su valor se relativiza.
Insistimos, al tener como única información aquella filtración, interesada por definición, no podemos hacer juicio de valor definitivos sobre la voluntad del funcionario ni sobre la calificación jurídica del "retoque" del informe. Parece poca cosa, pero mirado en su conjunto esta apreciación tiene un calado considerable.
A.U.
No.
Lo complejo tiene una solución fácil. Lo complicado no tiene solución.
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