La pasada noche y con motivo del estreno en Santiago de la ópera El Barbero de Sevilla, a punto estuvimos de congraciarnos con Conde Roa…pero no pudo ser porque en el momento crítico, cuando debía demostrar que tenía dos huevos, se metió en el coche y se fue. Lástima. Demostró que a la hora de la verdad es más político que persona y se la envainó, como tantos, en un alarde de pusilanimidad.
Quienes ni tenemos aspiraciones, filias o fobias políticas ni intereses económicos porque solo nos interesan la verdad y los labios de ella, vemos a los políticos de un modo distinto, casi extraterrestre, y por eso creemos justo que, si te ofenden, le partas la cara al tipo (o al menos lo intentes) Pero, querido amigo, vivimos en la sociedad de la hipocresía y nada de eso está bien visto. Los bienpensantes de la sociedad, esos que dan lecciones hasta sobre cómo no dar lecciones, no se cansan de repetirnos que la mujer del César, además de honrada ha de parecerlo, hermosa coletilla que sin embargo no vale nada cuando como estados cansados de ver, para parecer honrado primero hay que serlo o cuando menos saber qué significa serlo y eso, señoras y señores, no interesa porque ni genera ingresos ni contactos.
Pues eso pasa. Lástima de Alcalde que no es capaz de romperse la camisa peleando por su honor si se considera agraviado (el conselleiro Varela, Roberto, dicen que se mantuvo al margen…por eso ha llegado a conselleiro, claro, como otros a directores de cosas porque no les importa que la lengua les sepa a hemorroides). Lástima de sociedad que llama fascista o demócrata a fulanito o menganito según quien increpe y quien sea el increpado, según se escore a derecha o izquierda. Y lástima, en fin, de quienes aprovechan memeces como esta para atacar o defender lo indefendible porque demuestran que, en fin… ¿seguimos?, no, que se enmohínan. Así que Conde Roa, para nosotros, permanecerá en la aburrida categoría de Políticos (actuales o aspirantes), después haber perdido la oportunidad de ascender a la de Persona Interesante. Pero que siga jugando.
PD: ¿Fue el fiscal jefe de la Audiencia de Madrid (cargo cuyos apellidos son “me nombra el partido que gobierna”) el que afirmó hace unos días que los “indignados” son un movimiento que desconoce lo que es la democracia?
PD2: Estas cosas ocurren por traernos ópera a Santiago, donde aun hay por el Auditorio algunos buscando el puesto de palomitas….
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